AUTOR: CÉSAR CEPEDA.
Quienes viven en los municipios que colindan con Tamaulipas saben que la clave de los cárteles de la droga que azotan esta región son los ‘halcones’ o ‘radieros’, que vigilan las carreteras que también conducen a los regios a Texas.
Son “los ojos” de los cárteles de la droga. Afortunadamente ya no están por todos lados rumbo a Tamaulipas y Texas.
Los “radieros” -como se les conoce acá a los halcones- vigilaban las carreteras, caminos y brechas que comunican los municipios del norte de Nuevo León con la “Frontera Chica” tamaulipeca.
Con sus aparatos de radiocomunicación reportaban a sus jefes los movimientos de los convoys del Ejército, la Marina y la Policía Federal, pero también los desplazamientos de los grupos delictivos rivales.
El territorio que controlaban los “radieros” era amplio. Era prácticamente imposible que algo sospechoso pasara desapercibido para la red de vigilantes que operaba en la frontera con Tamaulipas.