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domingo, 15 de enero de 2017

Torre Pediátrica de Veracruz, en ruinas pese a inversión de 340 mdp

Los gobiernos de Fidel Herrera y Javier Duarte de Ochoa invirtieron 340 millones de pesos en la Torre Pediátrica de Veracruz, que comenzó a construirse en marzo de 2010 y estaría lista en 18 meses, pero hoy la obra se encuentra en ruinas. Los pisos del edificio se hallan deteriorados, no hay equipo médico y las tuberías e instalaciones eléctricas se encuentran oxidadas.

De acuerdo con el secretario de Salud, Arturo Irán Suárez Villa, el hospital tiene un avance de 60 por ciento y se requerirán 700 millones de pesos para concluirlo.

En septiembre de 2008, el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán colocó la primera piedra de la Torre Pediátrica de Veracruz. Según las proyecciones oficiales, contaría con 10 pisos, 260 camas, ocho quirófanos, 12 consultorios de especialidades, unidad de quemados y un área de urgencias. Todo en una superficie de 14 mil metros cuadrados.

Durante el acto oficial, se detalló que estaba proyectada a un costo total de 193 millones de pesos, de los cuales 90 por ciento fue aportado por el gobierno federal, a través del fondo de fortalecimiento de infraestructura de salud. Esos recursos fueron depositados en noviembre de 2010.

La constructora Gran Marca Proyectos ganó la licitación nacional para realizar la obra en enero de 2010 y comenzó los trabajos en marzo siguiente, pero desde 2013 dejó de edificar.

El 30 de noviembre de 2010, Herrera Beltrán acudió a supervisar la obra que no pudo concluir antes de dejar el mando.

Al inicio de su mandato, Javier Duarte anunció que la Torre Pediátrica estaría concluida en 2011. Sin embargo, dejó el cargo y el hospital no se terminó.

Durante un recorrido por el inmueble, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares informó que en el gobierno de Javier Duarte se adquirió equipo médico para el ahora llamado Hospital del Niño Veracruzano por un monto de 206 millones de pesos. Sin embargo, la administración yunista sólo ha localizado equipamiento por 84 millones de pesos. Del resto se desconoce su ubicación.

Suárez Villa precisó que sólo se localizó 30 por ciento del equipo que la anterior administración documentó haber comprado. Setenta por ciento debería estar en bodega del proveedor, pero no existe, la documentación de la empresa la ubica físicamente en la Ciudad Industrial Bruno Pagliai, pero ahí sólo hay una bodega de cemento, explicó.

Agregó que se invertirán 700 millones de pesos para culminar la obra a más tardar en 2018.

Yunes expresó que se destinará al sector salud una parte importante del dinero recuperado por la Procuraduría General de la República del ahora prófugo Javier Duarte.





Fuente: La Jornada
Autora: Eirinet Gómez
http://www.jornada.unam.mx/2017/01/15/estados/019n1est

sábado, 15 de octubre de 2016

Hospitales del Istmo no pueden atender partos prematuros

En la región del Istmo no existe un nosocomio con la capacidad ni la infraestructura adecuada para atender nacimientos prematuros o con complicaciones; en los hospitales de Juchitán y Ciudad Ixtepec, las unidades de cuidados intensivos (Ucin) están en obra negra desde hace más de seis meses, por falta de presupuesto, y el único que funciona, pero sin medicamentos, es el de Salina Cruz.

El 7 de octubre pasado en el Hospital General de Juchitán nació un bebé prematuro: dos días después falleció. El bebé se encontraba en un pabellón improvisado que también sirve de bodega de materiales para remodelación.

El pasado 15 de septiembre, médicos y enfermeras del área de pediatría cerraron la Ucin de Juchitán debido a que las obras de rehabilitación, que comenzaron en marzo anterior, sólo tenían 30 por ciento de avance.

Debido a la lenta y tardía rehabilitación de las áreas de terapias intensiva, e intermedia y etapa de desarrollo durante seis meses la Ucin y el área de pediatría se fusionaron; es decir, bebés prematuros y no prematuros convivieron con el riesgo de que contraer infecciones y morir. Desde entonces se improvisan pasillos para atender a los recién nacidos hasta donde sea posible.

En el hospital de Juchitán hay 400 trabajadores que laboran las 24 horas del día en cuatro turnos. En el área de pediatría el ambiente es desolador y hay total hermetismo. La impotencia y la molestia se reflejan en los rostros de los médicos y enfermeras cuando llegan a sus guardias. Al final del pasillo se observa una gran bolsa de plástico negra colocada desde marzo para simular la puerta de entrada a la Ucin, área que no estaba contemplado rehabilitar pero que ahora debe concluirse.

Luis Aquino Santiago, médico pediatra neonatólogo –uno de los cuatro que hay en una región donde nacen al menos 50 bebés prematuros al mes–, llegó al nosocomio hace seis meses y desde entonces no ha dejado de atender de ocho a 10 nacimientos cada día, entre prematuros y pacientes a término.

“¡No había de otra! Durante 180 días recibimos a los bebés prematuros y los unimos con los no prematuros, mientras unos estaban con sus madres recibiendo el calor, los otros en un cunero con tubos para respirar y cables recibiendo los cuidados intensivos, hasta que dijimos ‘¡basta!, así no podríamos arriesgarnos y tampoco a las madres y bebés’. ¿La respuesta de las autoridades? De total indiferencia”, dice.

La misma situación se vive con la Ucin de Ciudad Ixtepec, donde “llegaron los albañiles y lo tiraron todo. Ahora la Secretaría de Salud de Oaxaca hace oídos sordos a escasos 40 días de que concluya la administración de Gabino Cué.

El tratamiento de un bebé en una Ucin es costoso, un día de cama cuesta 20 mil pesos en promedio y los recién nacidos deben permanecer al menos un mes para salir del peligro, por lo que sus padres pagarían unos 600 mil pesos.

La idea de un área que dé seguimiento a los bebés prematuros, donde a partir de que son dados de alta y hasta los seis años podrían recibir terapias de lenguaje, audiología, se quedó en un sueño.





Fuente: La Jornada
Autora: Diana Manzo
http://www.jornada.unam.mx/2016/10/15/estados/023n2est

domingo, 14 de agosto de 2016

Deterioro del sector salud en Hidalgo, pese a “gran inversión”

A menos de un mes de que concluya el gobierno estatal del priísta Francisco Olvera Ruiz, el Hospital Regional de Zimapán (HRZ), al menos dos clínicas y 15 casas de salubridad –pertenecientes a la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH)– permanecen cerradas, están deterioradas, no cuentan con la infraestructura debida, operan en condiciones precarias, o de plano algunas no funcionan en municipios rurales de la Sierra Gorda, la Huasteca y el Valle de Mezquital

A principios de año el man- datario aseguró que su administración invirtió mil millones de pesos en la construcción y equipamiento de nosocomios, y más de 530 millones de pesos en las clínicas de la entidad.

El HRZ, localizado en la Sierra Gorda, construido por la SSH, no da servicio al care- cer de mobiliario, equipo y personal médico. Aunque inicialmente fue proyectado para atender a 35 mil 565 beneficiarios, en la placa colocada en el nosocomio por personal de la SSH se informa que contaría sólo con 12 camas.

A inicios del presente año Olvera Ruiz afirmó que el sector salud ha sidoprioridad de su gestión por lo que ha realizado gastos millonarios. Por ejemplo, en la inauguración de la primera etapa del HRZ, en agosto de 2014, dijo que había invertido 40 millones de pesos autorizados por el erario federal en 2013, aunque luego en la placa del hospital se cubrió con pintura blanca el monto total destinado.

En septiembre de 2015, la Secretaría de Obras Públicas de Hidalgo indicó que la segunda etapa de dicho nosocomio tenía un avance de 78 por ciento, y previó su operación en 2016. Si bien el inmueble se concluyó, faltaron recursos para equiparlo.

Estiman operación en 2017

Carlos Ortiz, alcalde de Zimapán, declaró ante los medios en julio pasado, que aún no hay recursos asignados para equipo y pago de sueldos del personal, por lo cual estimó que entraría en operación hasta 2017.

Otro caso es el del Hospital Regional de Nopala (HRN), en el valle del Mezquital, obra que también inició con Olvera y quedó inconclusa. Andrés Pérez Vázquez, vocero estatal de Antorcha Campesina –agrupación que gestionó ante la SSH su edificación, en 2013–, informó que el proyecto del HRN se concretaría en tres etapas:

Primero se invertirían 7 millones 500 mil pesos para un centro de salud ampliado, después se dotaría de equipo (12 camas, servicios de cirugía general, quirófano y áreas de traumatología, nutrición y ginecología), y finalmente se elevaría de 12 a 30 el número de camas, además de construir instalaciones para los médicos residentes.

Sin embargo, ni siquiera se llegó a la segunda etapa, lo que provocó marchas y plantones de Antorcha Campesina. Guadalupe Orona Urias, líder de esa organización afín al PRI, dijo que la SSH sólo tiene la intención de dejar el nosocomio como centro de salud ampliado, en perjuicio de pacientes de Huichapan, Chapantongo, Nopala, Tepetitlán y otros ayuntamientos.

Tiran hospital que tenía rayos X

En el municipio de Progreso de Obregón, el gobierno estatal demolió, sin el aval de la comunidad, el antiguo Hospital Nacional Ejidal y en su lugar construyó una clínica que carece de los servicios de quirófano y rayos X, que sí existían en el nosocomio destruido.

Por considerar que las autoridades estatales habían violado sus derechos humanos con la demolición del antiguo hospital y la construcción de una miniclínica de salud, un grupo de vecinos de Progreso, entre ellos Feliciana Escamilla Reyes, Iliana Olvera Mera y Francisco Granados Hernández–, promovió en mayo pasado el amparo indirecto 227/2015-2, el cual les fue otorgado por el primer tribunal colegiado del vigesimonoveno circuito de Pachuca.

El juez Fernando Hernández Piña ordenó al gobernador Fransisco Olvera realizar las adecuaciones necesarias a la clínica, “en sustitución del centro de salud con hospitalización que existía en dicha localidad, agregando al proyecto correspondiente –como mínimo– los servicios existentes en el nosocomio que se sustituye, en específico, lo relativo a las áreas de quirófano y rayos X”.

Consideró que se violó el derecho de acceso a la salud de los habitantes de Progreso, al eliminar las áreas referidas y no contar con personal especializado. Sentenció que hubo unretroceso en el derecho a la salud y se violó el artículo 4 de la Constitución mexicana.

Aunque el mandatario priísta envió un oficio a la secretaria de Salud, Geraldina García Gordillo, el 22 de abril pasado, para efecto de dar cumplimiento a la ejecutoria dictada en el juicio de amparo referente, a la fecha no se ha informado si se cumplió con la sentencia.

El caso Atotomoc

En Atotomoc, comunidad del municipio huasteco de Atlapexco, a cinco años de su inauguración la clínica de salud que brinda servicio a varias localidades indígenas, no tiene agua, gas, electricidad, fármacos, médicos residentes ni instrumental.

Fue inaugurada en 2011 por el entonces secretario de Desarrollo Social de Hidalgo, Víctor Velasco, que a nombre de Olvera Ruiz dijo que la clínica daría servicio a más de 2 mil habitantes de los poblados de Coxpantla, Atotomoc, El Hormiguero, San Isidro y Escualtatitla.

A la fecha, sólo tiene una cama para los pacientes, comprada por los propios vecinos de la localidad, y tiene grietas en techos y muros, indicó el delegado de Atotomoc, Juan Tomás Hilario.

El secretario de la delegación de esa comunidad, Cruz Hernández, dijo en días recientes a La Jornada que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quitó en enero pasado eldiablito que colgaron los vecinos en la clínica para garantizar su servicio. Para colmo, la CFE multó a la localidad con 21 mil pesos, cantidad que la alcaldía de Atlapexco se niega a pagar.

Tan precario es el servicio en esa clínica, que los vecinos colocaron cajas y viejos huacales que hacen las veces de anaqueles y muebles en los cubículos donde atienden a los pacientes. El consultorio utilizado para vacunar a los niños sólo tiene un lavabo de metal, una mesa de madera, una cama de exploración y una báscula.

No hay ningún consultorio ni instrumental para atender alumbramientos, por lo cual las mujeres acuden con las parteras tradicionales. Ricardo Bautista, integrante del Comité de Salud de Atotomoc, comentó que hay una pasante de medicina que hace muy buena labor, pero en mes concluirá su servicio social y nos vamos a quedar sin médico.

Durante la visita que La Jornadahizo a la clínica, Armando León, vecino de Atotomoc, acudió a pedir consulta. Tengo roto el tímpano y me dicen que no tienen el aparato para atender estos casos, dijo en entrevista luego de hablar con una enfermera.Ayer (6 de julio) fui al Hospital Integral de Atlapexco, pero me dijeron que sólo había un doctor y estaba saturado de pacientes y no me podían atender, relató.

Casas de salud

Respecto de las casas de salud, ubicadas en los municipios de La Huasteca, Valle del Mezquital y Sierra Gorda, operan en precarias condiciones o, de plano, algunas no funcionan.

En Plan Huasteca, municipio de Atlapexco, la casa de salud es un pequeño inmueble de dos piezas que –según el delegado municipal, Juan Enocenotl– casi siempre está cerrada, porque el doctor viene de vez en cuando.

Desde las ventanas se pueden ver dos sillas y una mesa de madera sobre la cual hay un estetoscopio, una cinta métrica, un folder, papeles y un frasco. También hay una bascula con medidor de estatura. El cuarto contiguo al parecer está vacío.

Enocenotl relató que la casa desSalud está cerrada la mayor parte del tiempo y no hay medicamentos. A veces viene un médico y da consulta, pero no sirve de nada porque no tiene fármacos; a veces sólo nos da Paracetamol, o nos lo receta.

El mismo delegado comentó que él sufre una infección en la piel. Como aquí nunca está el doctor, fui al hospital de Atlapexco; allí me atendió un médico que me dijo que tenía un hongo, me recetó una pomada que hasta la fecha de nada me ha servido, pues tengo muy intensa la comezón por las ronchas.

Cuando ocurre un accidente o una emergencia, explicó, los vecinos se organizan y trasladan en auto a los pacientes al hospital de Atlapexco, donde casi siempre les niegan la atención y se ven obligados a acudir a clínicas particulares.

En El Botho, localidad ñañú de Ixmiquilpan, en el valle del Mezquital, los pobladores se organizan y cooperan para hacer una comida a los médicos que acuden a dar consulta una vez al mes.

Un mes para ser atendidos

Juan Carlos Ramírez Díaz, dirigente de la Central Campesina Cardenista, comentó que poco más de 300 habitantes de El Botho y localidades vecinas esperan hasta un mes para tener atención médica en la pequeña clínica instalada en el poblado hace algunos años por la SSH, la cual por lafalta de recursos abre cada 30 días.

Los vecinos, dijo, conformaron un comité de salud de 10 personas, designado en base al régimen de uso y costumbres, quienes se encargan de trasladar al médico al poblado y lo invitan a comer luego de que atiende a los pacientes de varias localidades.

Incluso, los pobladores han construido y equipado las casas de salud que la SSH nunca incorporó a la red de clínicas de la dependencia y generalmente permanecen cerradas o son utilizadas para otros propósitos.

Un ejemplo es el de la casa de salud de San Isidro, en el municipio de Zimapán, donde opera el consultorio particular del quiropráctico Eliseo Escamilla, quien da consultas todos los martes, según se lee en un letrero que colocó en la puerta del inmueble donde se observa un número telefónico.

En entrevista, Escamilla dijo que las autoridades de San Isidro le permiten dar consultas de alineación de columna en la casa de salud, servicio por el que cobra cien pesos.

El pasado 23 de enero, el gobernador Olvera Ruiz, durante la inauguración de dos centros de salud en los municipios de Villa de Tezontepec y Zapotlán, informó que durante su administración se habían gastado unos mil 530 millones de pesos en la construcción, equipo de hospitales y centros de salud”.

Es así como la administración estatal ha mejorado los espacios y la calidad en la atención de estos servicios para beneficio de miles de familias que habitan todas las regiones de la entidad afirmó entonces el mandatario priísta.

A fin de conocer la postura de Geraldina García Gordillo, secretaria de Salud de Hidalgo sobre la situación del hospital de Zimapán y los centros de salud en diversos municipios de la entidad se le solicitó una entrevista por conducto de su vocera Claudia Martínez, el pasado 11 de julio. Al cierre de edición no había respuesta a la solicitud.





Fuente: La Jornada
Autor: Juan Ricardo Montoya
http://www.jornada.unam.mx/2016/08/14/estados/027n1est