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miércoles, 2 de febrero de 2022

AMLO descarta recesión técnica y prevé que el PIB crezca 5% en 2022

El presidente descartó que haya una recesión en el país luego de que el Inegi informara que la economía se debilitó en la segunda mitad del año pasado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no hay recesión técnica y prevé un crecimiento económico del 5% para los siguientes dos años.

Aseguró que la llegada de la variante ómicron impidió crecer al 6%, pero que la economía del país está ascendiendo. “No puede haber recesión si enero es uno de los meses en el que más se creó empleo en los últimos 20 años, ¿cuál recesión?”, cuestionó.

martes, 25 de octubre de 2016

Asegura Guajardo que en México no hay recesión

Ciudad de México. El secretario de de Economía, Ildefonso Guajardo, sostuvo que en México no se observan “esquemas de desaceleración”, y mucho menos de recesión, porque el crecimiento de su economía se encuentra por encima del promedio latinoamericano.

Al asistir a la glosa del cuarto Informe de Gobierno en la Cámara de Diputados, el funcionario comparó los promedios de crecimiento de los últimos cuatro gobiernos federales: con Ernesto Zedillo el crecimiento promedio fue de 2.9; con Vicente Fox sólo fue de .9; en la administración de Felipe Calderón se redujo tal porcentaje a .7 y en el gobierno de Enrique Peña, el crecimiento es de 2.1.


Durante sus respuestas a los diputados que criticaron y cuestionaron su estancia al frente de la Secretaría de Economía, Guajardo adelantó que una probable negociación del contenido del TLC, sólo sería posible si hay beneficio para Estados Unidos, México y Canadá.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: ENRIQUE MÉNDEZ, ROBERTO GARDUÑO.
LINK: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/10/25/asegura-guajardo-que-en-mexico-no-hay-recesion

domingo, 28 de agosto de 2016

Turbulencia en EU; efectos en México

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Después de las Convenciones de los partidos Demócrata y Republicano en Estados Unidos la batalla electoral en aquel país entra a nuevas coordenadas. Normalmente, se trata de un periodo muy volátil en que puede haber sorpresas todos los días. 

Sin embargo, en esta ocasión hay una tendencia que parece definitiva: la caída en las encuestas de Donald Trump. En parte por sus expresiones verbales desagradables e incontenibles, agresiones sin sustento, incongruencias y mentiras; en parte por los escándalos asociados a los arreglos económicos de sus personeros más cercanos con sectores pro-rusos en Ucrania, así como declaraciones desafortunadas sobre asuntos muy sensibles, como el uso de armas nucleares. El peligro que todo ello representa para la seguridad de los Estados Unidos ha alejado del candidato a personalidades distinguidas del Partido Republicano, como McCain. Los medios de comunicación escrita más reconocidos, como el Washington Post o el New York Times, están en su contra.

En contrapartida, en el terreno demócrata Hillary Clinton avanza con firmeza; las encuestas la colocan más de 8 puntos por delante de su adversario. Aunque hay dudas sobre la simpatía real que levanta (según la opinión de muchos es poca), la opción de Trump es suficiente para ampliar la votación a su favor. Cuenta con el apoyo de minorías importantes, como la afroamericana y los hispanos y, en contraste con lo que ocurre con las filas republicanas, su partido está unido en torno a ella.

Ahora bien, independientemente de los resultados del 8 de noviembre, el proceso electoral en los Estados Unidos está dejando lecciones sobre cambios en las circunstancias sociales, económicas y políticas en ese país que no se deben perder de vista. Dentro de esos cambios se encuentran algunos que afectan directamente a México.

El primero es el grado de perturbación que provoca dentro de diversos sectores de la sociedad estadunidense la presencia de inmigrantes mexicanos, los cuales están cambiando la demografía del país, dejando como minoría a los grupos dominantes tradicionales: blancos, anglosajones y protestantes. Trump ha encabezado los ataques en su contra mediante una retórica llena de agresividad, calumnias y amenazas. Reaccionar ante semejante hostilidad ha sido imprescindible para el gobierno mexicano; sin embargo, la confusión al hacerlo es grande, las medidas adoptadas muy polémicas y titubeantes, las contradicciones muy evidentes.

Empecemos por la necesidad de diferenciar a la población de origen mexicano que habita en los Estados Unidos. De una parte, hay casi 30 millones de mexicanos que se encuentran en situación legal, tienen permisos de trabajo y la posibilidad de adquirir la ciudadanía: son mexicano-americanos. La agresividad de Trump ha tenido el efecto de cohesionarlos sentando las bases para su organización y movilización política. En esas circunstancias, el gobierno mexicano ha promovido la idea de alentar su organización para que se conviertan en grupo de presión política capaz de adquirir la importancia que tienen otros grupos, como los judíos, conocidos por lo exitoso de su cabildeo en el Congreso.

Semejante propósito es una tarea de largo plazo que requiere muy buen conocimiento de las formas de operar del Congreso, de buenos abogados, de medios financieros y un fuerte sentimiento de identidad en torno a causas comunes. Los mexicano-americanos no tienen esas características. Han demostrado tener capacidad de organización y espíritu combativo para lograr objetivos locales; allí está Cesar Chávez para probarlo. Pero ni se trata de movimientos que organice el embajador mexicano, ni se busca cabildear en el Congreso. Favorecer su participación política es sin duda positivo. Pero el objetivo real no puede ir mucho más allá de adquirir la ciudadanía y ejercer el voto en contra de Trump.

Otro problema, de orden muy distinto, es el de los 6 millones de trabajadores indocumentados. Para ellos el riesgo y la vulnerabilidad son muy grandes. La propuesta de Trump de construir un muro es simplemente descabellada; además es poco probable que llegue a la presidencia. Lo inquietante son los cientos de miles de seguidores que mantendrán su hostilidad y el hecho de que la herencia demócrata en materia de migración no es positiva. Dos millones de deportaciones durante la administración de Obama es una cifra muy alta. Retomar el proyecto de reforma migratoria integral que intentó sin éxito sólo sería posible si los demócratas recuperan el control del Senado y la Cámara de Representantes. Lo primero es posible; lo segundo, muy improbable.

El segundo gran tema de preocupación que han colocado sobre la mesa las elecciones en Estados Unidos es la nueva manera de aproximarse a la libertad de comercio. El TLCAN ha sido, junto al TPP, motivo de grandes reclamos por el daño, según las percepciones que se han impuesto, que provoca en materia de desempleo y/o mantenimiento de salarios bajos. Son muchos los argumentos que pueden adelantarse en contra de semejantes visiones. Sin embargo, es un tema en que coincidían Bernie Sanders y Trump y al que Hillary se ha unido declarando su oposición al TPP. Sería un error creer que todo cambiará si llega a la presidencia.

Lo cierto es que en el mundo de las nuevas tecnologías el libre comercio ha perdido atractivo. Son otras las metas que se deben fijar para asegurar la vitalidad de la economía estadunidense en la era de la cuarta revolución industrial. El entusiasmo de los dirigentes mexicanos con el libre comercio y la globalización tendrá que moderarse y readaptarse.

Ante las dificultades que se avecinan, el descuido de la relación con Estados Unidos por parte de las élites políticas mexicanas tiene graves consecuencias. No existe en los círculos gubernamentales ni la masa crítica, ni la organización interna, ni la costumbre de pensar en la agenda para dialogar con quien ocupe la Casa Blanca. Lo que está ocurriendo presenta retos serios para los líderes mexicanos poco acostumbrados a visualizarse en un mundo en transición.

Queda para la sociedad civil, los académicos, los grupos de pensamiento el debatir sobre las líneas a seguir en la relación con nuestro socio más importante, así como asimilar los efectos que los cambios que están ocurriendo tienen sobre los proyectos internos de desarrollo. Lo siguiente sería cohesionar los resultados de ese debate para convertirlo en exigencia sólidamente fundada a las élites políticas. ¿Es posible?





Fuente: Proceso
Autora: Olga Pellicer
http://www.proceso.com.mx/452369/turbulencia-en-eu-efectos-en-mexico

sábado, 2 de julio de 2016

El manejo económico de México es víctima de errores “crónicos”, afirma analista de The Economist

Rodrigo Aguilera, analista para México de The Economist Intelligence Unit, afirmó que el país es víctima de una serie de pequeños errores crónicos que se repiten sexenio tras sexenio que, combinados con el bajo nivel de efectividad de las políticas públicas, impiden que México alcance un crecimiento suficiente y sostenido.

Ciudad de México, 2 de julio (SinEmbargo).– El bajo crecimiento de la economía mexicana se debe a un problema efectividad de las políticas públicas que carece de una visión de largo plazo que pueda plantear lo que el país quiere ser y lo que quiere representar en el mundo.

Rodrigo Aguilera, analista para México de The Economist Intelligence Unit, consideró que la economía mexicana ha sido víctima de una serie de pequeños errores “crónicos” y constantes que desde hace varios sexenios mantienen al país con un bajo crecimiento.

A lo anterior se debe sumar que la narrativa sobre el país ha cambiado en el entorno internacional a partir del año 2014. Durante el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa [2006-2012], explicó, se hablaba del narco; los primeros años de Enrique Peña Nieto la percepción cambió hacia las reformas estructurales, pero después de casos como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el tema “casa blanca” –la casa que la Primera Dama compró a Grupo Higa, un contratista del Gobierno por más de 7 millones de dólares– el Gobierno ha entrado en una crisis política que se ha globalizado y “ha cambiado tristemente la perspectiva de México”.

“El fracaso crónico de la economía mexicana se ha dado durante muchos sexenios, desde los años 70-80, de cómo crear una economía que crezca a tasas sostenibles, constantes y altas. Ahorita el crecimiento promedio con Peña Nieto [del Producto Interno Bruto (PIB)] no es más de 2.1 por ciento, en per cápita es 0.8 por ciento; en los años 60 era más de 6 por ciento anual, aun cuando la población estaba creciendo, y el PIB per cápita estaba arriba de 3 por ciento”, comparó.

Recordó que la promesa de las reformas estructurales, principalmente la energética, era detonar el crecimiento, sin embargo, en el camino se atravesaron factores sorpresivos, como la baja en los precios internacionales del petróleo, que llevó a la mezcla mexicana a su peor nivel en 14 años.

El 9 de mayo de 2008, el entonces Presidente Felipe Calderón anunció en cadena nacional informó sobre una propuesta que consistía en establecer para Petróleos Mexicanos (Pemex) “un nuevo régimen especial en materia de contrataciones, adquisiciones de obras públicas que sea distinto al del resto del Gobierno, lo cual le permitirá a la empresa ser muchísimo más eficiente”.

El analista señaló que si entonces se hubieran aprobado estos cambios –que fueron rechazados por el Legislativo– México pudo haber hilado un largo periodo de petroprecios altos, lo cual se hubiera reflejado en el crecimiento.

“Las otras reformas han sido positivas [entre ellas la de telecomunicaciones], son necesarias más no suficientes, aún así, si hubiéramos tenido el entorno favorable, creo que hay muchas deficiencias institucionales que hubieran diluido ese impacto”, consideró.

NI CRISIS NI RECESIÓN

Rodrigo Aguilera fue enfático al señalar que a pesar del entorno internacional y la falta de un proyecto claro como país en materia de crecimiento económico, México no está en recesión.


“No estamos en recesión, son errores pequeños crónicos, pero constantes, que de alguna manera yo no veo que esta administración esté aprendiendo de estos errores”.

Hizo hincapié en que si bien el país no está en recesión, existen problemas estructurales en el manejo de la economía que impiden un crecimiento mayor y sostenido.

–¿Que problemas son estos?

–Hay un rezago educativo bastante fuerte, aún si la Reforma [Educativa] funcionara al 100 por ciento, tal vez esto es algo que no se va a ver en esta generación, tal vez se debe a la baja productividad. Resolver el asunto de la informalidad no te resuelve el problema de la informalidad, formalizar un changarro de la esquina no te dice que mañana vayan a estar haciendo autopartes. Es un problema cultural político.

Afirmó que parte del problema en los últimos años ha sido la falta de inversión pública en rubros con infraestructura, mientras que la política fiscal “ha dejado mucho que desear, no ha sido clara; cuando entró el Gobierno [de EPN] impuso una política muy restringida y posteriormente laxa, hemos visto cómo ha subido la deuda como porcentaje del PIB a niveles sí preocupantes, que ha aumentado a un ritmo de 4 a 4 por ciento del PIB anual, y aunque está dentro de un rango manejable, no concuerda con las necesidades fiscales del país, el Gobierno, Hacienda en particular, no ha comunicado bien cuál es su estrategia más allá de recortes”.



EL VOLATIL PESO

Explicó que es necesario tomar en cuenta que el peso es la octava moneda más comerciable en el mundo y la primera en los mercados emergentes por lo que cualquier shock financiero lo va a impactar más que a otras divisas.

Sin embargo, abundó, cuando existen este tipo de eventos, como fue la votación mayoritaria para que Reino Unido saliera de la Unión Europea [el llamado Brexit] hubo efectos de corto plazo que se autocorrigieron, como fue el tema de las bolsas de valores y el mercado cambiario.

Ante el impacto que el Brexit generó en los mercados alrededor del mundo, México reaccionó con un recorte al gasto por 31 mil 715 millones de pesos, mismo que a juicio del entrevistado no era necesario.

“Brexit no nos obliga a nada, ese recorte que hizo Hacienda no me queda claro que obedezca al Brexit y más bien es por tapar un hueco fiscal que tenían previsto o compensar algunos recortes ya hechos de manera más sutil, no me queda claro que esto sea a raíz de Brexit”, dijo.

–¿Entonces el Brexit fue el pretexto perfecto?

–Sí. Yo creo que en este caso, para justificar este tipo de recortes pues un acontecimiento mayor da una buena excusa para hacerlo.

“Los recortes al gasto duelen, pero no se traducen en beneficios, en políticas sociales, no hay un proceso auto evaluativo de por qué no está rindiendo esa política”, añadió.

Agregó que el hecho de que el peso se haya recuperado después del impacto que tuvo en su cotización ante el dólar en las horas posteriores a la votación, refuerzan la idea de que el recorte no era necesario.

“El ‘viernes negro’ –como se le llamo a la jornada t Brexit en la que cayeron la mayoría de las bolsas de valores en el mundo– pudo haber tenido un impacto más grande, no hay garantía de que el peso se debilite aún más, aún no hemos visto todas las consecuencias políticas que al final tendrá el Brexit, si habrá un segundo referéndum, la renuncia del Primer Ministro… Hay una enorme incertidumbre. Posiblemente también renuncie el líder de la oposición, hay un caos político severo y no sabemos que efecto puede haber en los mercados, pero estos mercados se autocorrigen y siento que lo peor ya pasó”, indicó.

El analista de The Economist Intelligence Unit aclaró que no todos los movimientos en el peso pueden atribuirse al manejo del Gobierno mexicano, ya que, a veces, concuerdan con un evento político económico internacional que puede llegar a afectarlo.

“Pero el riesgo es que vemos un peso que se sube, se baja, se fortalece en el mercado cambiario, no hay manera de predecir, lo que sí se puede asegurar es que el peso va a estar más débil este año que el año anterior, difícilmente va a regresar a los 17 [pesos por dólar], por ejemplo, ni hablar de 16 o 15”, agregó.

Sobre las acciones implementadas por el Banco de México (Banxico) para proteger al peso de eventos externos señaló que la pregunta en este caso es si queremos blindar a la moneda o no.

“La manera es utilizar reservas internacionales, la decisión es si Banxico cree que es prudente utilizar reservas para defender al peso, en un entorno en el que la cuenta corriente de la balanza de pagos ha empeorado, si considera prudente utilizar reservas para fortalecer el peso”, agregó.

Toda intervención para fortalecer el peso, continuó, es remar contra corriente; “en los mercados, ya hemos tenido lecciones de que tal vez si haya un beneficio marginal en esto, pero a la larga, remar contra corriente”.





Fuente: Sin Embargo
Autora: Juliana Fregoso
http://www.sinembargo.mx/02-07-2016/3061600

martes, 12 de enero de 2016

El país, “en riesgo de caer en una recesión”: Jesús Zambrano

COLIMA, Col: Ante la caída de los petroprecios y la depreciación del peso frente al dólar, México se encuentra en riesgo de caer en una recesión económica, alertó el diputado federal perredista Jesús Zambrano Grijalva, actual presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados.

Esta situación, además de la ausencia de un crecimiento económico que genere confianza en la generación de empleos y mejores oportunidades para la juventud del país, “puede tener efectos todavía más nocivos para las propias empresas, con sus consecuentes impactos negativos en la calidad de vida de la gente, en los empleos y la falta de recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores, quienes viven de su trabajo asalariado”, expuso.

Durante una visita a esta ciudad para apoyar la campaña de Martha Zepeda del Toro, candidata del PRD al gobierno estatal, Zambrano dijo en rueda de prensa que la problemática de México se ha visto agudizada por las graves manifestaciones de inseguridad, que “hablan de la enorme fragilidad en la que se encuentra el Estado mexicano ante el poderío y presencia del crimen organizado”.

El expresidente nacional del PRD estimó que la elección extraordinaria de Colima puede, en muchos sentidos, sentar un precedente muy importante para lo que puedan ser los comicios en las 12 entidades que tendrán cambio de gobernador este año, así como en los otros dos estados en los que se disputarán presidencias municipales y congresos locales.

“Estamos absolutamente convencidos –comentó– de que es una gran oportunidad esta elección atípica, tanto por su carácter de extraordinaria como por el hecho de que es la primera de este 2016 y que se desarrolla en los inicios de un año complicado para el país en todos sus sentidos”.

Para el PRD, añadió, es muy importante que Colima pueda tener como resultado de las elecciones del próximo domingo “un verdadero giro hacia la democracia para encontrar nuevos caminos que permitan hacer realidad las propuestas que Martha Zepeda señaló anoche en el debate, dejando en claro que sí hay salida diferente para combatir la corrupción, la inseguridad, lograr incentivar el desarrollo económico, así como posibilitar la transparencia en el ejercicio público y subrayadamente para posibilitar un desarrollo social que impacte positivamente a todos los sectores de la población de Colima, especialmente a los que más requieren ser atendidos”.

Zambrano cuestionó la forma como ha sido gobernado Colima durante décadas, pues a su juicio la situación en la entidad no está bien, la vida en el estado “ya es prácticamente invivible y se requiere un cambio de fondo, un cambio de rumbo” que pueda permitir la alternancia, pero en el sentido de una verdadera transición, a un gobierno democrático, comprometido con la sociedad, con el desarrollo económico, político y social de todos los habitantes del estado.


En el encuentro con los medios de comunicación, Zambrano estuvo acompañado por Martha Zepeda, por la expresidenta municipal de Cuauhtémoc y exdiputada federal Indira Vizcaíno Silva, así como por el dirigente estatal del PRD, Jorge Luis Reyes Silva, entre otros.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PEDRO ZAMORA BRISEÑO.
LINK: http://www.proceso.com.mx/?p=425858