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viernes, 23 de julio de 2021

AMLO pide a Segob informar qué hará con las acusaciones contra Miranda de Wallace

El mandatario mexicano consideró que “es tan contundente lo que están planteando [los periodistas], tan fuerte sobre derechos humanos”, que le solicitará a Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), y a Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, que acudan a la “mañanera” a hablar del caso Isabel Miranda de Wallace.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pidió esta mañana a Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, y a Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, revisar el “caso Isabel Miranda de Wallace”, una mujer vinculada con los expresidentes Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quesada, y a quien se ha acusado de comprar jueces y hasta torturar reos en prisión.

Miranda de Wallace fue señalada por periodistas, esta mañana, durante la conferencia de prensa del Presidente en Palacio Nacional. Uno de ellos dijo que la supuesta activista practica espionaje y compra jueces; también se le señaló como torturadora. López Obrador pidió entonces a la Ministra en retiro Sánchez Cordero y a Encinas Rodríguez que acudieran a ese recinto para informar qué han hecho y qué se hará respecto al caso.

viernes, 16 de julio de 2021

“Sembradas” en su computadora, las “pruebas” que incriminan a Brenda

Brenda Quevedo Cruz lleva más de 11 de años de cautiverio y tortura. Las irregularidades del proceso en su contra sólo pueden explicarse como parte de una suerte de “razón de Estado” con que el gobierno de Felipe Calderón y su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, trataron el caso Wallace.

Está presa sin sentencia. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), mediante su opinión 45/2020, instó a las autoridades mexicanas a liberarla de inmediato e investigar “a profundidad” las violaciones a sus derechos humanos. Y es que expertos del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU encontraron “graves violaciones a las garantías del debido proceso, como la presunción de inocencia y el derecho a ser juzgada sin dilaciones indebidas”.

Brenda: 14 años presa sin sentencia. Por Wallace. Pero su destino podría cambiar

Brenda Quevedo Cruz, quien lleva 14 años detenida sin recibir una sentencia, fue señalada en 2005 por Isabel Miranda de Wallace como una de las seis personas que secuestraron a su hijo, pero familiares y organismos internacionales han denunciado que los implicados en este caso fueron torturados para confesar y se cometieron severas violaciones a sus derechos.

El caso de Brenda Quevedo Cruz, detenida de manera arbitraria en 2007 por el secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace Miranda, podría dar un giro de 180 grados en los próximos días si el juez resuelve a favor de una petición que primero hizo el Grupo de Trabajo de la ONU y ahora retoma el Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP): su liberación inmediata.

jueves, 15 de julio de 2021

La FGR abre carpetas contra Isabel Miranda por tortura y simulación de pruebas

La Defensoría Pública ha interpuesto dos denuncias ante la FGR contra Isabel Miranda de Wallace: una presentada en noviembre de 2020 contra ella y otras personas, por el delito de tortura, y otra, la más reciente, en mayo pasado por  falsedad de declaraciones en la modalidad de simulación de pruebas.

La Fiscalía General de la República (FGR) tiene dos carpetas de investigación en contra de Isabel Miranda de Wallace, una presentada en contra de ella y otras diez personas más en la que se denuncian actos de tortura y la segunda, la más reciente, en la que se le acusa sólo a ella por el delito de falsedad de declaraciones en la modalidad de simulación de pruebas.

Las denuncias fueron presentadas por la Secretaría Técnica de Combate a la Tortura, Tratos Crueles e Inhumanos del Instituto Federal de la Defensoría del Poder Judicial, en noviembre de 2020 y en mayo de 2021, respectivamente, según revelaron fuentes cercanas al caso a SinEmbargo.

viernes, 9 de octubre de 2020

El mandato de la ONU que ordena liberar a Brenda Quevedo, involucrada en el caso Wallace

Desde que Brenda Quevedo Cruz fue detenida en 2007 por el secuestro de Hugo Alberto Wallace Miranda fue víctima de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, por lo que el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria (GTDA) de la ONU pidió el jueves su liberación inmediata.

Este organismo internacional solicitó que Quevedo Cruz sea puesta en libertad en un plazo no mayor a seis meses, a partir del 28 de septiembre, fecha en la que lanzó la recomendación.

Opinión de ONU para liberar a Brenda Quevedo no es obligatoria para el Estado: Miranda de Wallace

La activista considera que la postura del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas es "sesgada y unilateral".

La presidenta de Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace, aseguró que no es obligatorio el cumplimiento de larecomendación del Grupo de Trabajo sobre la detención arbitraria de la ONU al Estado mexicano, para liberar a Brenda Quevedo Cruz, acusada del secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace Miranda.

“Es importante que todas las personas y los medios de comunicación se enteren que esta opinión no es vinculante; es decir, no es obligatoria para el Estado ni para el Sistema Judicial, ya que como su nombre lo indica se trata únicamente de una opinión, la cual no puede ir en contra de nuestra Ley Suprema que es la Constitución”, sostuvo la activista.

Brenda será liberada, como pide la ONU: AMLO. Wallace la acusó de secuestro en tiempos de García Luna

El Presidente dijo que cumplirá las recomendaciones de la ONU en este caso y en otros que violen derechos humanos.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el Gobierno atenderá las recomendaciones que el Grupo de Trabajo sobre la detención arbitraria de la ONU hizo para liberar a Brenda Quevedo Cruz, detenida desde 2005 por el secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace Miranda.

lunes, 29 de abril de 2019

No pudo ser mi hijo: Carlos León Miranda, padre biológico de Hugo Alberto Wallace

El doctor Carlos León Miranda, padre biológico de Hugo Alberto Wallace Miranda, hijo de la activista y empresaria Isabel Miranda de Wallace, descartó que la gota de sangre encontrada en el baño donde supuestamente asesinaron a su primogénito hace 14 años, pertenezca a él.

El ADN hallado podría corresponder, aseguró León Miranda, al de la media hermana de Hugo Alberto, Claudia Wallace Miranda.

Miranda de Wallace anuncia demanda por reportaje de Proceso; Calderón la defiende

La presidenta de la organización civil Alto al secuestro, Isabel Miranda de Wallace, afirmó que demandará por daño moral “a quién resulte responsable” tras la publicación en el semanario Proceso de un reportaje que revela que la activista mintió sobre su hijo Hugo Alberto, presuntamente asesinado por una banda de secuestradores.

De acuerdo con el reportaje publicado por el semanario, y escrito por Ricardo Raphael, un acta de nacimiento de 1970 demuestra que Miranda de Wallace mintió sobre su hijo.

Un acta de nacimiento de 1970 revela otra mentira de Isabel Miranda

Isabel Miranda de Wallace se casó en primeras nupcias con Carlos León Miranda, su primo hermano. Juntos tuvieron un hijo: Hugo Alberto León Miranda. La evidencia está en el registro civil. Sin embargo, ella mintió al decir que su hijo, desaparecido el 11 de julio de 2005, era descendiente biológico de su segundo marido, José Enrique del Socorro Wallace Díaz. Esta falsedad desbarata la hipótesis criminal con que se ha juzgado a los supuestos secuestradores del falso Hugo Alberto Wallace Miranda.

Tejupilco de Hidalgo, tierra caliente, comunica al Estado de México, Guerrero y Michoacán. De esta población es originaria la familia de Isabel Miranda Torres. Su abuelo Fausto fue arriero y su padre también, de adolescente.

La casa de los antepasados se ubica detrás de la escuela primaria Leona Vicario. A un par de cuadras de ahí corre la calle Independencia, también conocida como “el camino al cementerio.” Sobre esa vía ha habitado la familia León durante al menos cinco generaciones.

jueves, 14 de julio de 2016

Caso Wallace: absurdos jurídicos, violaciones al debido proceso, torturas…

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A diferencia de la mayoría de los familiares de desaparecidos que se niegan a aceptar la muerte de la víctima hasta no ver el cuerpo o tener pruebas científicas irrefutables del fallecimiento, la empresaria Isabel Miranda de Wallace “es la única persona que se niega a aceptar que su hijo esté vivo, y que grita para hacernos creer que su propio hijo fue descuartizado”, según David Bertet, presidente de la Asociación Canadiense por el Derecho a la Verdad.

Este hecho forma parte del sinnúmero de absurdos jurídicos y de sentido común, así como de violaciones al debido proceso que plagan el caso del supuesto secuestro y asesinato del hijo de la actual presidenta de la organización Alto al Secuestro la noche del 11 al 12 de julio de 2005, muchas de las cuales fueron documentadas por Proceso en los últimos años.

Seis personas –Brenda Quevedo Cruz, Jacobo Tagle Dobin, Juana Hilda González Lomelí, Cesar Freyre Morales, así como Alberto y Tony Castillo– se encuentran en la cárcel por este caso y todos claman su inocencia.

Su defensa afirma que no existen pruebas en su contra, sino declaraciones autoincriminatorias las cuales, además de ser contradictorias entre sí, fueron arrancadas bajo tortura. El cuerpo de la supuesta víctima nunca apareció, y nuevos elementos salieron con el tiempo, los cuales enturbiaron la versión de Miranda de Wallace.

La organización canadiense lleva años investigando el llamado “Caso Wallace” –defiende de manera benévola a Quevedo Cruz– y aprovechó que el pasado lunes 11 se conmemorara el onceavo aniversario del supuesto plagio para recordar que la historia del secuestro, tal y como la presenta Miranda de Wallace “nunca ocurrió”; afirmó que fue una “gran mentira” fabricada por la propia empresaria en contubernio con funcionarios federales.

La empresaria tomó como prueba de la muerte de su hijo el dictamen de una autopsia “surrealista”, la cual “nunca sucedió ni pudo suceder ya que precisamente no se encontró ningún cuerpo”, según la organización canadiense.

La perito Blanca Olimpia Patricia Crespo Arellano, adscrita a la Procuraduría General de la República (PGR), certificó el 8 de noviembre de 2013 que Hugo Alberto Wallace Miranda falleció el 12 de julio de 2005 a las 0:00 horas por “insuficiencia respiratoria aguda, asfixia mecánica por estrangulación, asfixia mecánica por compresión abdominal”.

Además de que la perito no pudo analizar el cuerpo para corroborar con tantos detalles de cómo murió el hijo de la empresaria, Bertet señaló que “Hugo Alberto Wallace Miranda” ni siquiera existe como persona legal.

En mayo de 2014 salió a la luz que el hijo de Isabel Miranda de Wallace contaba con dos actas de nacimiento, emitidas en 1970 y 1975, en los que aparece con dos apellidos y padres distintos, pero con la misma fecha de nacimiento: 12 de octubre de 1969.

En la primera, fue registrado con el nombre de Hugo Alberto Miranda Torres y Jacinto Miranda aparece como su padre. En la segunda, aparece con el nombre de Hugo Alberto Wallace Miranda y José Enrique Wallace Díaz firma como su padre.

La PGR nunca profundizó varias de las líneas de investigación que ponían en duda incluso la muerte del hijo de la empresaria. Entre ellas: el uso de la tarjeta de crédito perteneciente a Hugo Alberto Wallace Miranda el 20 de julio de 2005 en un centro comercial de Perisur o, bien, una llamada a su línea celular el 1 de noviembre de 2005.

Asimismo, la primera acta de nacimiento fue utilizada el 24 de febrero de 2010 para tramitar una Cédula Única de Registro de Población (CURP) ante las autoridades capitalinas, esto es, cuatro años y medio después de que Hugo supuestamente murió descuartizado.

“Evidencias físicas”

Junto con el acta de defunción, Miranda de Wallace mencionó seis supuestas evidencias físicas, las cuales convalidarían su versión de lo sucedido.

Según la empresaria, su hijo fue secuestrado en el departamento de Juana Hilda Lomelí por un grupo dirigido por César Freyre. Todavía según esta versión, falleció en la madrugada del 12 de julio de 2015 de una golpiza; sus agresores descuartizaron el cuerpo en el baño con una sierra eléctrica –comprada horas antes en un Walmart– y arrojaron sus restos al azar.

Sin embargo, la defensa sostiene que el baño colinda con el cubo de luz del edificio; nadie escuchó el motor de la sierra eléctrica que supuestamente fue utilizada a las 8 de la mañana. El 13 de julio, peritos de la SIEDO, ahora SEIDO, ingresaron a la vivienda y no encontraron rasgos de sangre. Salieron del departamento, dejando la puerta abierta durante dos semanas.

En octubre de 2005, el departamento fue rentado a un particular sin que las autoridades opusieran resistencia. El particular lo abandonó cuatro meses más tarde por teléfono, sin entregar las llaves a los dueños, según señaló la organización.

No fue sino hasta febrero de 2006 que la PGR ingresó de nuevo en el departamento, donde supuestamente encontró una gota de sangre y la licencia para manejar del hijo de Miranda de Wallace.

Si bien el ADN salió compatible con los perfiles genéticos de Isabel Miranda y Enrique Wallace, éste estaba conformado por dos cromosomas XX, lo que corresponde a una mujer. La perito que analizó la gota de sangre aseveró que se trató de un error de dedo.

La organización canadiense denunció que no pudo hacer su propio peritaje, ya que las autoridades sostuvieron que la muestra sólo contenía lo suficiente de ADN para realizar un único análisis.

Por otra parte, la licencia de conducir había vencido el 9 de enero de 2005. No era el documento que utilizaba Hugo, ya que renovó su credencial ese mismo mes.

Según Bertet la empresaria incluso mintió ante la justicia estadunidense, al aseverar que su hijo no tenía ningún antecedente penal.

A raíz de una petición emitida en 2008 por la Corte Federal de Distrito para el Distrito Norte de Illinois, que analizaba la petición para la extradición de Quevedo, la Agencia Federal de Investigación mandó una copia de la causa penal 196/2001, en la que se señaló a Hugo “penalmente responsable en la comisión del delito de contrabando, condenándolo a tres meses de prisión”.

Declaraciones contradictorias

La historia del caso, según la relata Isabel Miranda de Wallace, se articula alrededor de la declaración magisterial de Juana Hilda Lomelí, rendida en febrero de 2006. Dos meses más tarde, la misma declaró que desconocía tal declaración, ya que se elaboró en ausencia de su abogado y bajo presiones de los agentes ministeriales.

En 2010, la declaración de Lomelí fue complementada por la de Jacobo Tagle Dobín, quién salió positivo a los exámenes del protocolo de Estambul –que detectan el uso de tortura—y de César Freyre Morales. Éste también afirmó que fue torturado. La organización denunció que videos de estas declaraciones fueron “filtrados” a los medios para sostener la historia del secuestro.

Bertet aseveró que de por sí los actos de tortura que sufrieron los involucrados bastarían para liberarlos inmediatamente. Sin embargo señaló que las propias contradicciones entre las declaraciones las invalidan. En mayo de 2014, la organización canadiense elaboró un amplio documento en el que evidenció estas contradicciones tanto sobre fechas, lugares y horas como en elementos de fondo del caso como la propia arma.

Según éste, las declaraciones no concuerdan sobre el motivo que empujó la banda a perpetrar el secuestro. En su declaración, César Freyre afirmó que él mismo planeó el secuestro por razones de negocio. Según Jacobo, César planeó el delito para vengarse de Hugo, después de que éste hablara mal de él. Y según Juana Hilda, el plagio fue ideado por Jacobo, quien conocía la fortuna de la familia de Hugo.

Lo que ocurrió en el departamento también varía según las declaraciones. Jacobo afirmó que al entrar en la vivienda, acompañado por Juana Hilda, Hugo fue encañonado por César con una pistola modelo Glock. Ni Juana Hilda ni César evocaron la presencia de armas. Jacobo afirmó que subieron el volumen de la televisión; César dijo que nunca estuvo prendida. El fallecimiento tampoco quedó esclarecido: varían las versiones sobre cómo César golpeó a Hugo hasta provocarle la muerte.

Las declaraciones no concuerdan sobre el aparato que supuestamente fue utilizado para sacar una fotografía de Hugo: César dice que fue una cámara; Jacobo y Juana Hilda afirman que fue el celular de Brenda.

Posteriormente, un grupo hubiera salido a comprar la herramienta necesaria a la sórdida labor de descuartizamiento del cuerpo. Ahí, de nuevo, las versiones difieren: César, quien supuestamente fue al Walmart, no pudo recordar si se trataba de una sierra eléctrica o a gasolina. Juana Hilda afirmó que utilizaron un “serrucho”.

Y César, el presunto autor intelectual del secuestro y del descuartizamiento del cuerpo, declaró que no sabía dónde había terminado la sierra. “Esa ignorancia de un hecho tan básico –el cómo desaparecer el arma de un crimen—resulta hasta risible”, sostuvo la organización canadiense.

La familia Wallace afirmó que un niño atestiguó cuando Jacobo, Brenda y César salieron a comprar la sierra eléctrica, entre las 2 y las 4 de la mañana. El mismo niño, quien supuestamente relató la historia a Isabel Miranda de Wallace, también vio cuando bajaban “a un hombre herido y sangrando” por las escaleras.

La organización canadiense observó que según las declaraciones y los momentos, el niño se hubiera quedado en la entrada del edificio durante extensas horas de la madrugada, “lo cual agrega al carácter totalmente inverosímil de la supuesta presencia del niño e invalida cualquier supuesto testimonio rendido por este niño”.

Cárcel y amenazas

El vasco Luis Miguel Ipiña Doña, exmilitante de la organización separatista Patria Vasca y Libertad (ETA), lleva años denunciando los absurdos encontrados en el “Caso Wallace”. Hasta mayo de 2011, documentaba sus hallazgos en una página de Internet, pero el 20 de ese mes fue detenido mientras salía de su casa de Ecatepec y encarcelado durante un año, cinco meses y diez días.

Las autoridades afirmaron que el vasco se dedicaba al tráfico de armas; sin embargo, detrás de las rejas de Chiconautla, Estado de México, se percató que el sitio había desaparecido de la red, y durante su encarcelamiento, un custodio le advirtió: “Usted se metió con la Wallace…”.

La organización canadiense realizó un respaldo de parte del trabajo de Ipiña Doña, y continuó con la investigación, asumiendo la defensa de Brenda Quevedo Cruz. Después de la publicación de la segunda acta de nacimiento de Hugo, Bertet se enteró que la fiscalía anticorrupción tenía abierta una averiguación previa en su contra.

En 2014, Bertet interpuso una denuncia contra Miranda de Wallace por la supuesta fabricación de pruebas y mentiras, mientras su organización pidió que se conformara una comisión independiente para investigar el caso, que no fuera integrada por la PGR.

“Complicidad de eminentes funcionarios”

El pasado 8 de noviembre, la organización canadiense mandó una carta al “zar” antisecuestro Renato Sales Heredia, titular de la Comisión Nacional de Seguridad, en la que le recordó que el caso Wallace fue fabricado “con la complicidad de eminentes funcionarios del Estado mexicano, en particular relacionados con la Procuraduría General de la República”.

En esa carta, la organización resaltó que gracias a sus amistades en el gobierno de Felipe Calderón, Miranda de Wallace consiguió el ingreso libre a los penales o a la sede de la SEIDO, donde asistió e incluso participó a los interrogatorios. Por lo anterior, la organización sostuvo que la empresaria “debería encontrarse actualmente por lo menos procesada por los delitos ya señalados”.





Fuente: Proceso
Autor: Mathieu Tourliere
http://www.proceso.com.mx/447095/caso-wallace-absurdos-juridicos-violaciones-al-debido-proceso-torturas

martes, 12 de julio de 2016

Reporte echa por tierra investigación sobre el caso Wallace

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Familiares de los procesados por el secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace Miranda, así como miembros de una organización internacional defensora de los derechos humanos, presentaron este día pruebas que, sostuvieron, echan por tierra la investigación sobre el caso del hijo de Isabel Miranda de Wallace.

Esta última, en febrero de 2006, encabezó la búsqueda de los plagiarios y asesinos de su hijo Hugo Alberto, y para ello colocó espectaculares en las avenidas más importantes de la capital con las fotos de los hoy procesados, en las que ofrecía 250 mil pesos de recompensa a quien le diera información sobre los criminales.

Al encabezar la lucha por dar con el paradero de su hijo, secuestrado un año antes, Isabel Miranda de Wallace se ganó el respeto de los mexicanos. Incluso periódicos y programas de radio y televisión exaltaron su lucha y su coraje por encontrar una justicia, que, según ella, le era negada por las autoridades del país.

No obstante, desde esa fecha, comunicadores y especialistas han calificado como una “gran mentira” el caso Wallace y la lucha que encabeza la exaspirante panista a la jefatura de gobierno local.

Este lunes, en rueda de prensa, integrantes de la Asociación Canadiense por el Derecho y la Verdad (ACDV), familiares de los inculpados y abogados presentaron un análisis contundente del caso, en el que se evidencian declaraciones de los supuestos plagiarios obtenidas bajo tortura y la semblanza de las pruebas que presentó Wallace en la “fabricación del secuestro, el cual ni siquiera tiene existencia legal”.

La ONG canadiense destaca, en un reporte de 30 páginas, que la única prueba pericial de que Hugo Alberto fue descuartizado en el departamento de Juana Hilda Lomelí es una gota de sangre que se encontró en el lugar, cuyo ADN corresponde al sexo femenino, es decir, al de la madre de la supuesta víctima o al de su media hermana, Claudia Wallace.

La evidencia fue hallada ocho meses después en el departamento de uno de los presuntos plagiarios que no fue asegurado por las autoridades, pese a que se investigaba un homicidio, reseñó el portal informativo sin embargo.mx.

También se resalta en el informe que Isabel Miranda también mintió con respecto a la paternidad de su hijo, pues asegura que contrajo matrimonio a los 18 años con su actual esposo y padre de sus hijos, Enrique del Socorro Wallace Díaz, cuando éste tenía 31 años, en 1968. Sin embargo, el acta de matrimonio tiene fecha de 1978, cuando ella tenía 27 años, apenas tres años después de que el empresario se había divorciado de su primera esposa.

De esta forma, Enrique Wallace sostuvo una relación extramarital con Isabel Miranda Torres durante un año, fruto de la cual nació, en 1968, Hugo Alberto.

El documento también indica que una persona identificada como Hugo Alberto Miranda Torres tramitó un juicio ante una Corte en 2010, un lustro después del homicidio del hijo de la activista.

En la conferencia de hoy también participó Daphne, hija de Juana Hilda Lomelí, quien fue detenida el 10 de enero de 2006 por el secuestro y homicidio de Hugo Alberto.

La joven denunció que a su madre, como los otros seis acusados, no se les hizo un proceso jurídico legal.

Luis Castillo, tío de Tony y Alberto Castillo, dijo que ambos fueron interceptados por gente de Isabel Miranda que lo amedrentaron y le dijeron “más te valía meterte con el hijo del presidente que con el mío”.

También declaró que los jóvenes fueron torturados por agentes de la extinta AFI con el fin de que se declararan culpables. Tiempo después, ya presos, se enteraron de que eran acusados de secuestro y homicidio y fue cuando Isabel inició su campaña mediática.

“La señora Wallace se acercó a mi hijo (Jael Malagón Uscanga) solicitándole que inculpara a César (Freyre Morales) prometiéndole la libertad y cambio de identidad”, dijo Elena Uscaganda, madre del afectado.

“La señora Wallace recibió todo el apoyo de la SEIDO, y otras autoridades facilitaron la intromisión en el proceso”, refirió.

Los especialistas refirieron que la organización de Wallace, Alto al Secuestro, no sólo se dedica a fabricar culpables, también engaña a la opinión pública.

Es por ello que la ONG canadiense pidió a las autoridades mexicanas la liberación inmediata de Brenda Quevedo Cruz y Jacobo Tagle Dobin, acusados del secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace, quien actualmente tendría 47 años.

Por último, exigió la revisión de los juicios contra Juana Hilda Lomelí, César Freyre Morales, Tony y Alberto Castillo, y Jael Malagón Uscanga.





Fuente: Proceso
Autor: Redacción
http://www.proceso.com.mx/446961/reporte-echa-tierra-investigacion-caso-wallace