Mostrando entradas con la etiqueta Manipulación mediática. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Manipulación mediática. Mostrar todas las entradas

miércoles, 10 de febrero de 2016

Andrea Legarreta y Raúl Araiza: el “infomercial” impune

CIUDAD DE MÉXICO: Los comentarios de los conductores Andrea Legarreta y Raúl Araiza acerca del impacto de la devaluación del peso frente al dólar en la economía familiar causaron revuelo en las redes sociales; éstas provocaron primero el enojo y, después, la preocupación de la conductora, que también aprovechó las redes para manifestarlos; pero hasta el momento (al menos por lo que se conoce públicamente) el hecho no ha merecido la menor atención del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), entidad responsable, conforme a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), de “vigilar y sancionar las obligaciones en materia de defensa de las audiencias”.


La reforma constitucional del artículo 6, realizada en junio de 2013, prohibió “la transmisión de publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa”, y la LFTR, promulgada en julio de 2014, establece que uno de los derechos de las audiencias es “que se aporten elementos para distinguir entre la publicidad y el contenido de un programa”, con lo cual precisa que la distinción no es exclusiva de los programas de noticias, debate o análisis, sino también de los de revista, espectáculos, entretenimiento y demás. A su vez, el artículo 216 de la misma legislación señala que es atribución del IFT vigilar y sancionar las violaciones en la materia.

El comentario externado en el programa matutino Hoy, del Canal 2 de Televisa, indignó a numerosos televidentes porque se aprovechaba el rating de la emisión y la popularidad de los conductores para tratar de influir en la opinión pública respecto de un tema que, además, desconocen. A pesar de su desconocimiento, los conductores sostuvieron en forma categórica que el encarecimiento del dólar no sólo no provocaría impactos negativos sobre la economía familiar, sino que habría efectos positivos.

Araiza sentenció: “El efecto del dólar no afecta negativamente nuestra economía familiar”. Legarreta dijo segundos antes: “No porque suba el dólar sube el precio de todo lo que las familias consumimos. ¿Quiere saber por qué?… Nuestra economía vende productos a todo el mundo y entonces se vuelve más competitiva; entonces vende más barato a otros países y esto genera más empleos”.

Es obvio que los conductores pretendían transmitir la idea de que la devaluación del peso tendría efectos positivos para la economía mexicana, lo que desató el enojo de los televidentes y las burlas de los cibernautas. Molesta por ello, Legarreta tuiteó en su defensa, y al hacerlo se hundió aún más, pero sobre todo hundió a su patrona Televisa: “A ver… Les platico que en un programa de televisión, los contenidos, menciones y secciones NO LOS ESCRIBIMOS los conductores…Y por lo tanto no todo son opiniones personales…Cualquier comentario escriban a la producción de @programa…hoy.”

El mensaje de la conductora evidencia que las palabras de ella y de Araiza no eran sus opiniones personales, sino propaganda disfrazada de un comentario personal con la clara intención de influir en la opinión pública nacional en un sentido que favorece al gobierno mexicano; es lo que en televisión se conoce como “infomercial”, es decir, publicidad encubierta o subrepticia para potenciar su impacto.

El perfil de la audiencia del programa matutino de entretenimiento permite que el comentario aparentemente casual e improvisado de dos conductores con una amplia aceptación en ese público tenga un efecto mucho mayor que un spot publicitario o inclusive una entrevista con el presidente, el secretario de Hacienda o el gobernador del Banco de México.

Exactamente lo mismo se buscó la noche del 28 de junio de 2006, unas horas antes de que iniciara la veda electoral para las elecciones presidenciales de ese año, cuando en uno de los diálogos de la telenovela La fea más bella, que se transmitía de lunes a viernes por el mismo Canal 2, Paco Gordolobo Muñoz (interpretado por el actor José Luis Cordero, Pocholo) le dijo al policía Celso Durán (interpretado por Erik Guecha): “Hay que votar por el presidente del empleo”, una de las frases de campaña del entonces candidato panista a la presidencia Felipe Calderón. De acuerdo con un artículo de Raúl Trejo Delarbre, la productora de la telenovela, Rosy Ocampo, aceptó que la mención fue el resultado “de la plataforma comercial que maneja la empresa”.

Uno de los propósitos de la reforma constitucional y legal ya mencionada es precisamente evitar la transmisión de publicidad subrepticia, pues ésta vulnera el derecho de las audiencias a diferenciar claramente lo que es propaganda y lo que es el contenido propio del programa. Por ello estableció las salvaguardas en la Constitución y la ley, así como la atribución del IFT para vigilar y sancionar la violación a las mismas.

La redacción del artículo 216 de la LFTR no deja lugar a dudas en el sentido de que es una obligación del IFT observar, atenta y cuidadosamente, las emisiones de radio y televisión, y cuando detecte algún indicio de violación a las normas, proceder a la integración de un expediente y, en su caso, sancionar dicha conducta.

El IFT debe verificar que las televisoras y radiodifusoras actúen conforme a la normatividad vigente y, en caso de que la violen, abrir una investigación y proceder a la sanción. El verbo vigilar lo obliga a ser proactivo y no pasivo. No requiere una denuncia, sino que tiene la obligación de actuar de oficio.

El diálogo ya referido y el tuit de la conductora son indicios suficientes para inferir que se trata de propaganda disfrazada de comentario casual y, por lo tanto, el IFT ya debía haber iniciado la integración del expediente que permita establecer si la transmisión reúne los elementos para considerarla publicidad o propaganda disfrazada o subrepticia; identificar quién solicitó su difusión y si pagó o no por ello, sin que esto último sea un elemento indispensable para considerarla o no publicidad o propaganda.


Además de la obligación de integrar el expediente respectivo, el IFT debe emitir el dictamen correspondiente y, en su caso, imponer sanción. De no hacerlo incumplirá con sus atribuciones legales.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JESÚS CANTÚ (ANÁLISIS).
LINK: http://www.proceso.com.mx/429468/legarreta-araiza-el-infomercial-impune

miércoles, 3 de febrero de 2016

El Chapo Show, montajes y juicios mediáticos

CIUDAD DE MÉXICO: A casi un mes de la recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán, es cada vez más claro que los mejores promotores de la leyenda del capo sinaloense son los propios guionistas oficiales del show que hemos leído, observado y escuchado por entregas desde el 8 de enero.

“Misión cumplida”, presumió el presidente Enrique Peña Nieto en su cuenta de Twitter. Y ni una sola palabra antes y después de la recaptura de El Chapo sobre el crimen de la alcaldesa de Temixco. Ni una sola mención a los jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca, Veracruz. Ahí no hay misión que cumplir. Su gobierno sólo opera en función de rating.

En menos de una semana El Chapo Show se convirtió en un extraño circo con juicios paralelos mediáticos, no contra los responsables políticos de su fuga, no contra las redes financieras que lavan el dinero del cártel, no contra los cientos, quizás miles de funcionarios de éste y otros 54 países donde tiene presencia la organización criminal.

El juicio se emprendió primero contra el actor norteamericano Sean Penn, quien se salvó de un citatorio judicial porque hábilmente se lavó las manos con un texto en Rolling Stones, pero embarcó a la actriz mexicana Kate del Castillo.

La intérprete de varias telenovelas y de la teleserie La Reina del Sur se transformó en la obsesión del gobierno, de Peña Nieto y de sus analistas, comentaristas y filtradores siempre dispuestos a reproducir sin chistar la versión oficial que salga de alguna oficina de prensa.

Filtraron la serie de conversaciones vía chat entre Kate del Castillo, un abogado de Guzmán Loera y el propio Chapo. La citaron a declarar en “calidad de testigo”, al tiempo que se volvió a mencionar que la Procuraduría General de la República (PGR) recibió información financiera sobre las empresas de Kate del Castillo.

Presuntamente, el “documento” recibido se estudió por las autoridades mexicanas el 28 de enero pasado y confirma que el Departamento de Estado estadunidense “y su sistema de agencias” encontró “probables causas de delitos imputables a la ciudadana mexicano-estadunidense”. No tienen pruebas contundentes, al menos no las han mostrado. Eso sí, mucha especulación y tequila de por medio.

Rápidos y furiosos, una unidad de inteligencia financiera del Sistema de Administración Tributaria (SAT) y otra de la PGR, especializada en blanqueo de capitales, realiza una investigación contra la actriz. Nunca se vio tal eficacia, ni siquiera en el caso de Humberto Moreira y menos en el de Arturo Montiel o Tomás Yarrington. Ellos son de “la familia”.

En paralelo con el juicio mediático a Kate del Castillo, las investigaciones se concentraron durante la última semana en la diputada local panista de Sinaloa, Lucero Sánchez López, a quien la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SIEDO) la acusa de haber recibido dinero de El Chapo Guzmán en su campaña electoral local.

La diputada Sánchez López ha negado las acusaciones. Rechazó también haber sido la misma persona que visitó a Guzmán Loera en su anterior estancia en el penal de Altiplano, y se reservó el derecho a declarar si conocía o no a El Chapo Guzmán.

Tal parece que en El Chapo Show las únicas posibles responsables de complicidad son una actriz que promueve un tequila y una diputada local de Sinaloa. Ambas mujeres responden al perfil de posibles cómplices del capo galán, que cometió errores elementales que condujeron a su recaptura. Ambas en esta extraña reincidencia misógina del gobierno de Peña Nieto contra mujeres que le resultan incómodas.

Nadie nos ha podido explicar por qué si El Chapo es tan poderoso, millonario y con tal poder de corrupción, no existe entre los sospechosos ningún exgobernador, alto mando militar, empresario, banquero, y sólo una diputada local, una célebre actriz y seis funcionarios del sistema penitenciario a quienes acaba de inhabilitar la Secretaría de la Función Pública.

En el mismo guión de El Chapo Show “filtraron” un video a Televisa, quizá proveniente del departamento de producciones especiales de la Secretaría de Marina, para convencernos de lo heroico de los elementos de la Armada que atraparon al capo.

La productora independiente Canal Seis de Julio, dirigida por el cineasta Carlos Mendoza, realizó un estudio sobre estos videos transmitidos en Primero Noticias por Carlos Loret de Mola, y los videos oficiales de la Marina que se distribuyeron entre varios medios de comunicación, y encontró “una serie de probables anomalías” que conducen a la posible “siembra de evidencias”.

En la nota publicada por Gustavo Castillo en La Jornada, el pasado 31 de enero, Canal Seis de Julio advierte algunas de esas anomalías:

-Se alteró la escena, especialmente en la recámara del capo.

-En la cama que supuestamente correspondía a Guzmán Loera había objetos que no estaban en la grabación oficial que se proporcionó a los medios de comunicación.

-Los videos de la serie La Reina del Sur no estaban sobre la cama en el momento en que los efectivos de la Marina llevaron a cabo el operativo, aunque después lo señalaron como uno de los “hallazgos”. Tal parece que se configura un nuevo delito en los juicios paralelos: ver teleseries.

En otras palabras, podemos estar ante otro telemontaje a modo del guión de El Chapo Show.

En la cadena Univisión, Kate del Castillo reiteró buena parte de lo publicado por Lydia Cacho en Proceso y advirtió que si no habla del tema de El Chapo “es porque mis abogados me lo han aconsejado, ya que el gobierno de México me quiere a fuerza destrozar”.

En el círculo del “cuarto de guerra” de Los Pinos están convencidos de que existe una “estrategia” para victimizar a Kate del Castillo, en la que participarían actores, periodistas como Lydia Cacho, productores como Epigmenio Ibarra, conductores como Jorge Ramos de Univisión y quizá hasta los usuarios de redes sociales.

Inventan la conspiración para justificar el linchamiento.


Nuevamente no quieren darse cuenta o no les conviene que si alguien volvió heroína a Kate del Castillo en esta mala historia de charros y gángsters son los propios guionistas de El Chapo Show.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JENARO VILLAMIL.
LINK: http://www.proceso.com.mx/428519/el-chapo-show-montajes-y-juicios-mediaticos