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» » » » » Autoridad tradicional acusa a empresa de despojar a monja para edificar casas de lujo

Los habitantes del pueblo originario Santa Úrsula Xitla han visto desplazados sus usos y costumbres por los desarrollos inmobiliarios alrededor del parque nacional. Entre ellos, el proyecto Fuentes Brotantes 134 por el que se despojó a una monja de más de 90 años y es custodiado por un sindicato relacionado con la red de despojos en el Edomex.

La autoridad tradicional del pueblo originario Santa Úrsula Xitla, en la Alcaldía Tlalpan de la Ciudad de México, solicitó por escrito a la Jefatura de Gobierno de la capital del país la clausura de la obra de 52 casas en Fuentes Brotantes 134 que la empresa inmobiliaria Graus García Rivas Architecture & Urbanism Studio está construyendo sobre un predio que fue despojado a María Carmen Ramírez Rivera, una monja de más de 90 años.

La segunda marcha contra la gentrificación, en este caso el desplazamiento de los usos y costumbres de este pueblo originario, partió el domingo 20 de julio de la obra en Fuentes Brotantes —"Tochihuitl" en época prehispánica— rumbo a la estación de Metrobús "El Caminero", al sur de la capital del país.

A la par de la lucha jurídica encabezada por la Subdelegación de Santa Úrsula Xitla por la irregularidad en la propiedad del predio, la obra habitacional en construcción muestra lonas con permisos de uso de suelo otorgados por la Alcaldía Tlalpan y por la Secretaría de Medio Ambiente local e incluso anuncios de inmobiliarias como Casa Express, que ya venden las casas desde 9 millones de pesos.
Asimismo, otra lona colgada dice: "Esta obra está controlada en su totalidad por USON y el Sindicato 25 de marzo", a pesar de que hace unos meses este sindicato anunció su salida de la Unión de Sindicatos y Organizaciones Nacionales (USON), la cual ha sido identificada por la Fiscalía del Estado de México como parte de la red de despojo en esa entidad.
Durante la cobertura de SinEmbargo afuera de la obra, una mujer en moto se acercó a intimidar, una actitud que vecinos han registrado previamente.

Desde el 21 de febrero las autoridades tradicionales advirtieron por escrito a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina,y a la Alcaldesa de Tlalpan, Gabriela Osorio Hernández, que la construcción taló cientos de árboles frutales pese a estar frente al Parque Nacional Santa Úrsula Xitla. Esta área natural protegida es un bosque formado por cedros, eucaliptos, robles, pinos y manantiales que fluyen desde las laderas de la Sierra del Ajusco-Chichinauhtzin.

En ese mismo escrito, con el sello de recibido, los vecinos señalaron irregularidades en las escrituras supuestamente hechas en Taxco, Guerrero, y manifestaron que, pese a ser un pueblo originario reconocido, no se realizó una consulta indígena libre, previa e informada sobre el impacto previsto por el desarrollo como más tandeo de agua y más tráfico en las estrechas calles del poblado.
"No hay escrituras como tal, todo fue a través de juicios civiles. Las escrituras y algunos documentos fueron firmados por notarios de Taxco, y hemos pedido en las mesas (con las autoridades) que se nos aclare el tema de la propiedad y no se ha logrado esclarecer ni ellos demostrar la propiedad donde pretenden construir las casas", afirmó en entrevista Paulina Garibay, subdelegada del pueblo originario Santa Úrsula Xitla.
Despojo a una monja

Hace décadas, un ejidatario donó ese predio de Fuentes Brotantes 134 a la madre María Carmen Ramírez, quien aprovechó los árboles frutales para vender fruta y miel. Ahí gestionaba un convento religioso, pero con el paso del tiempo se quedó sin novicias y, para subsistir, dentro del predio de 11 mil metros cuadrados rentó el resto del terreno como estacionamiento.

Pero, dadas las irregularidades en las escrituras, fue despojada mediante una supuesta compra-venta, embargo y juicio mercantil con notarios públicos de por medio, de acuerdo con documentos de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales del Registro Público de la Propiedad y del Comercio en la CdMx.
"Yo recuerdo ese predio donde ahora quieren hacer las 52 casas y es una tristeza porque recuerdo que la monja que vivía ahí se dedicaba a la venta de fruta y la apicultura. Entrar ahí era maravilloso porque había muchísimos árboles frutales. Ella tenía ahí sus abejitas y tristemente ahora se ve el terreno cómo fueron talando tantos árboles frutales. Antes de que empezara la tala, yo llegué a entrar con la monjita, estuve platicando con ella y yo vi que ya estaban numerados los árboles", afirmó María Elena Rivero, autoridad tradicional de Xitla, quien conoció a la madre María Carmen Ramírez durante el catecismo que daba en la Capilla de El Calvario, a unos metros de Insurgentes Sur.
María Elena Rivero compartió que en 2019, la última vez que la visitó dentro del predio, notó que había dos mujeres jóvenes en una mesa aplicando una supuesta consulta para iniciar una construcción en ese predio pese a las irregularidades en las escrituras.

—Madre, de qué se trata, cómo está esto de que ya hay una consulta—, le preguntó a la madre Carmen luego de saludarla.

—Sí, creo que quieren construir—, le respondió la monja de más de 90 años. Están talando los árboles, añadió.

—No, madre, pero estos árboles todavía están vivos, son manzanos—, recuerda que le comentó en la última plática que tuvo con ella.

—Sí, todavía dan manzana...

Para entonces, observó María Elena, la religiosa ya sólo vivía en un pequeño dormitorio con cocina y un camastro. Todo lo demás, el convento y los árboles frutales, habían sido derribados. Después se enteró que un familiar se la llevó a Pátzcuaro, Michoacán.

Tradiciones desplazadas por inmobiliarias

Santa Úrsula Xitla, un pueblo que se conformó antes de la Conquista española, tiene desde 1936 el Parque Nacional "Fuentes Brotantes", un área protegida donde han hallado entierros prehispánicos. Pero durante el proceso de gentrificación sus habitantes originales han visto desplazados tanto sus usos y costumbres como sus áreas ejidales por la construcción de desarrollos inmobiliarios como Fuentes Brotantes 134.
"Estamos viendo gran cantidad de personas que se han venido a nuestras áreas. No tenemos nada en contra de ellos, pero sí de alguna manera nos van desplazando cada día más en todos nuestros usos y costumbres. Al principio fue una lucha muy fuerte porque nosotros estábamos acostumbrados a tener nuestra fiesta patronal que es en octubre, la teníamos casi una semana. A raíz de que llegaron todos estos desarrollos mobiliarios ellos empezaron a mermar nuestros usos y costumbres. Ahora la fiesta solo se hace tres días a la semana y rapidísimo porque se tiene que quitar todo, precisamente por la vialidad tan compleja que se ha hecho por los desarrollos que ya nos rodean a todo el pueblo", afirmó María Elena Rivero, parte de las autoridades tradicionales de Xitla.
Ella ha visto cómo las grandes hectáreas de ejidos de Tlalpan donde corría de niña, cómo los manantiales donde lavaba la ropa, se han ido desplazando junto con la fauna por los desarrollos inmobiliarios.

"Claro que los años han ido pasando, pero se ha visto mermado toda esta parte de tranquilidad por tantos desarrollos inmobiliarios. Hoy tenemos en día la problemática del agua, antes llegaban a la casa grandes cantidades de agua, venían de las fuentes brotantes, ahora la entubaron y muchos estamos en tandeo", dijo.

Margarita Guevara, también autoridad tradicional de Santa Úrsula Xitla, afirmó que los nuevos vecinos han cuestionado la celebración de las diversas fiestas patronales como la del 19 de marzo o la del 21 de octubre de la Virgen de Santa Úrsula, que implica un novenario para un Cristo realizado con maíz, que se vela en la noche y se traslada entre iglesias durante un recorrido por calles que deben cerrarse "y la gente que no pertenece al pueblo no lo entiende, no soporta los cohetes".

"Eso da identidad, lo que hace de este pueblo un pueblo orgullosamente originario", dijo Margarita.

Amparos contra casas Fuentes Brotantes

Paulina Garibay, subdelegada de Santa Úrsula Xitla, expuso que interpusieron una lucha jurídica contra la construcción de las 52 casas en Fuentes Brotantes 134 por falta de consulta indígena. A partir de ello y las diversas manifestaciones, agregó la habitante Mariana Palazuelos, han recibido hostigamiento.
"Desafortunadamente han tenido una mala actitud con la gente del pueblo, han amedrentado y sobornado vecinos. Son bastante agresivos, no les gusta que nos acerquemos al predio, pasar por enfrente, porque saben que la gente no está contenta con la construcción porque quieren construir 52 casas y 149 estacionamientos. Una parte importante de lo que la gente no quiere es que se congestionen las vialidades, esta zona no tiene agua. Las casas van de 9 millones para arriba y no corresponde con la zona en la que las quieren construir, entonces van a desplazar gente, van a empezar a subir los predios, entonces la gente no está contenta con eso", expuso Mariana.
La subdelegada del pueblo originario Santa Úrsula Xitla, Paulina Garibay, enfatizó que la obra comenzó antes de llevarse a cabo la obligatoria consulta indígena y la tala masiva de árboles se realizó antes de la presentación de estudios de factibilidad.

"No tienen la totalidad de los permisos por eso no están todavía construyendo de una manera más continúa. Quitaron unos árboles que la Sedema [Secretaría del Medio Ambiente] detectó como árboles que ya tenían muchos años o plaga, pero no tenían plaga, eran árboles frutales sanos, por lo que había muchos animales que se perdieron", dijo Garibay.

Y agregó: "Vamos a seguir en la lucha, a todas luces este proyecto no es viable. Empezamos muy pocos cerrando calles 10, 15 personas y hoy no solamente gente del pueblo, sino colectivos se han sumado y gente de otros pueblos de Tlalpan".

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: DULCE OLVERA.

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