El gasto de los hogares en salud aumentó un ocho por ciento entre 2022 y 2024, de acuerdo con la ENIGH 2024 publicada por el INEGI, a pesar de que aumentó el número de afiliados al sistema de salud pública.
Aunque el 63 por ciento de los mexicanos dijo en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares 2024 que está afiliado a alguna dependencia de salud pública, seis de cada diez recibieron la atención médica en establecimientos privados o farmacias, analizó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Alejandra Macías, directora del CIEP, dijo en entrevista que esto derivó en un aumento al gasto de bolsillo para salud de ocho por ciento entre 2022 y 2024.
El promedio nacional de gasto en salud es de seis mil 421 pesos al año. Por estado, los más altos son en CdMx (nueve mil 696 pesos); Zacatecas (ocho mil 771 pesos) y Querétaro: (ocho mil 461 pesos). En tanto, los más bajos se reportan en Baja California: (cuatro mil 514 pesos); Quintana Roo (cuatro mil 857 pesos) y Veracruz (cuatro mil 875 pesos).
Esto sucede, explicó Macías, por la insuficiente inversión en el sistema de salud pública, el cual además presentó cambios para las personas sin seguridad social al pasar del Seguro Popular al INSABI y luego al IMSS Bienestar.
Este 2025, documentó con datos de Hacienda, México está destinando en promedio el 2.5 por ciento del PIB en el sector, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los países gastar el seis por ciento del PIB.
“No sólo preguntan si está afiliado, sino cuando te enfermas, adónde vas y si buscas el servicio, quién te lo da. Vemos más personas que identifican al IMSS como un proveedor de salud, pero al final hay una proporción de la población que se enferma y que obtiene más atención en el sector privado o en las farmacias, no precisamente a través del IMSS”, dijo.
Y agregó: “El IMSS está más especializado en la atención de enfermedades crónico degenerativas, pero de todas formas el presupuesto no le alcanza para atender a todos los que necesitan ese tipo de intervenciones”.
Esta mañana la Presidenta Claudia Sheinbaum destacó el aumento de 10 por ciento en ingresos de los hogares de 2022 al 2024, así como, dijo, una reducción en la desigualdad: la diferencia entre los más pobres y los más ricos era de 35 veces el ingreso durante el periodo de Calderón, y ahora es de 14 veces. Esto, prevé, se reflejará en una reducción de la pobreza, lo cual informará el INEGI el 13 de agosto.
Si bien aumentaron los ingresos de los hogares por los programas sociales, el mayor monto de transferencias gubernamentales es para las pensiones a adultos mayores. En mujeres, disminuyó la proporción que la recibe de 30.3 a 29.6 por ciento entre 2022 y 2024.
“No podemos negar el incremento del ingreso por las transferencias, hay varios programas y sobre todo las pensiones de Bienestar, que es para un rubro muy específico de la población que tampoco tiene el mejor acceso a salud. Y se sigue manteniendo una brecha entre hombres y mujeres. Las transferencias son buenas para aumentar los ingresos de las personas en general, pero el uso eficiente de los recursos públicos debe ser prioridad para reducir pobreza, pero también para cerrar brechas de género”, dijo Alejandra Macías.
Lo preocupante, concluyó la directora del CIEP, es que las familias destinen cada vez más sus ingresos a medicamentos y atención médica, porque –dependiendo la gravedad– puede ser un gasto catastrófico que los lleve a un nivel de pobreza.
AUTOR: DULCE OLVERA.
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