En torno a la construcción de un viaducto elevado, ciudadanos encabezan una lucha jurídica desde 2023 contra el desmonte de la vegetación del río Santa Catarina, aliada ante la contaminación atmosférica en el área metropolitana de Monterrey, Nuevo León.
La asamblea ciudadana “Un río en el río” exigió a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no aprobar al Gobierno de Nuevo León el permiso ambiental para construir un viaducto elevado de cuota desde el municipio de San Pedro hasta el de Guadalupe, en alrededor de 16 kilómetros del río Santa Catarina.
Las autoridades estatales aseguraron en la Manifestación de Impacto Ambiental que supuestamente reducirá el tráfico vial con seis carriles y, con ello, disminuirá las emisiones que han empeorado la calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey.
Sin embargo, con evidencia científica, la asamblea ciudadana encabeza una lucha jurídica desde 2023 contra el desmonte de la vegetación del río, sobre el cual recae el mito de que está muerto.
Por el contrario, el cauce es hábitat de más de 800 especies, incluso protegidas como la mariposa monarca, el castor americano o la tortuga concha blanda, además de ser una barrera contra inundaciones derivadas de huracanes o tormentas como lo visto con “Alex” (2010) y “Alberto” (2024), fenómenos cada vez más intensos por la crisis climática.
Asimismo, en una metrópoli industrial que registra niveles insalubres de contaminación atmosférica, el río y su vegetación son aliados para la regulación de temperatura y de mala calidad del aire.
“El río Santa Catarina nace en el Parque Nacional Cúmbres de Monterrey y atraviesa toda el área metropolitana de Monterrey. Este cauce y su vegetación nos brindan una cantidad exorbitante de beneficios ambientales en una ciudad cada vez más industrializada. El cauce nos ayuda a infiltrar el agua de las lluvias al manto acuífero, ayuda a mermar las temperaturas extremas, limpia nuestro aire al capturar partículas (PM 2.5 y PM 10), es un espacio de recreación y encuentro para la comunidad, y es el hábitat de más de 850 especies protegidas por la NOM-059 de la Semarnat; y en general es de los últimos pulmones que tenemos”, dijo Andrea Villareal, integrante de la asamblea “Un río en el río”.
El río Santa Catarina tiene categoría de área natural protegida, pero se siguió permitiendo actividad comercial. Aunque no alberga tantas descargas residuales industriales como el río Pesquería, la asamblea ciudadana está buscando ampliar su polígono de protección para blindarlo de infraestructuras como un viaducto vial o un monorriel-metro y, en cambio, pueda fungir como un corredor biológico incluyendo el icónico cerro de La Silla y el parque La Huasteca.
“Tiene un potencial tremendo. El río actualmente ya tiene una categoría de área natural protegida que se estableció en 2008 con un parque lineal con ciclovía y canchas privatizadas. Pero la Conagua permitía actividad comercial en el río, entonces hay un vacío legal de si está protegido o no, por lo que estamos trabajando con las autoridades por una nueva categoría de corredor biológico para el río, blindarlo de obras de infraestructura como el Viaducto Elevado o el monorriel-tren e iniciar labores de restauración”, aseveró Andrea.
En una consulta pública abierta por la Semarnat, los integrantes de la asamblea han presentado observaciones de inconsistencias en la Manifestación de Impacto Ambiental presentada por el Gobierno de Nuevo León para construir el viaducto vial.
Por ejemplo, el documento admite actividades de desmonte, pero no detalla cuántas hectáreas de vegetación serán taladas y removidas; se niega que pueda afectar el cauce del río a pesar de que reconoce que habrá pilotes en medio y concluye que el viaducto elevado no tendrá un impacto ecológico al asegurar que el huracán Alex (2010) afectó a la flora y fauna del cauce, pero omite que en los últimos años se regeneró considerablemente.
Desmonte e incendios
Desde 2023 el Gobierno de Nuevo León y la Conagua comenzaron labores de desmonte de vegetación de un kilómetro a la altura de Guadalupe, alrededor del río Santa Catarina, bajo el argumento de un supuesto riesgo de que los árboles (pino, encino, sauce y alamillos) provocarían una inundación ante cualquier huracán. Sin embargo, la tormenta “Alberto” en 2024 demostró lo contrario: la vegetación ayudó a mitigar el desastre.
“Desde un paradigma hidráulico del siglo XX, la mejor propuesta que se tenía era canalizar o entubar los ríos como control de inundaciones en los procesos de aceleración urbana como la CDMX. Pero esto obedece a un modelo del siglo XX que desafortunadamente todavía está en la Conagua, tienen un gran retraso en actualizar su política hídrica. El paradigma nuevo que se tiene en materia de gestión de las inundaciones lo podemos ver en Europa, que restaura ríos y cuencas para que sirvan de defensa contra fenómenos como las inundaciones provocadas por tormentas o huracanes. Pero la Conagua todavía está desactualizada, únicmente tiene una visión desde la ingeniería civil que se traduce a concreto y cemento”, explicó Cuauhtémoc Osorno.
Detrás del desmonte no estaba la preocupación de eventuales inundaciones, sino la intención de construir un viaducto elevado, como la asamblea detectó. Con una estrategia legal, logró obtener cuatro amparos del Poder Judicial Federal que de momento detuvo las actividades de deforestación. Aunque a la par, se registraron incendios en un tramo de Guadalupe sin que hasta la fecha haya detenidos.
“Actualmente existe el plan de construir un nuevo viaducto a lado del río Santa Catarina y hace falta mucha información técnica sobre los impactos que generaría, ya que hemos revisado que la Manifestación de Impacto Ambiental omite muchos detalles técnicos sobre los riesgos que generaría al río Santa Catarina y su biodiversidad. Estamos participando en un proceso de consulta pública que puso la Semarnat a disposición del público para dirigir comentarios técnicos y legales”, dijo Cuauhtémoc Osorno, miembro de la asamblea ciudadana.
Además de las observaciones sobre el impacto ecológico del viaducto elevado, Cuauhtémoc Osorno dijo que la asamblea “Un río en el río” está luchando contra la desinformación en torno a los supuestos beneficios viales de la obra.
“Se intenta justificar por el actual tráfico y congestionamiento vehicular que existe en el área metropolitana de Monterrey, y a la par se trata de enverdecer este proyecto diciendo que se van a generar menos gases de efecto invernadero, pero si revisamos la Manifestación de Impacto Ambiental, no existe ningún estudio que aclare los beneficios puntuales; no existe información científica, solo son discursos de que este viaducto resolverá el grave problema sistémico de la mala calidad del aire”, expuso.
AUTOR: DULCE OLVERA.
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