MÉXICO, D.F. (apro).- Tres días después de la captura del capo Miguel Angel Treviño Morales, El Z-40, la violencia recrudeció en el país al registrarse un saldo de al menos 25 muertos en hechos presuntamente relacionados con el crimen organizado.
Pese a las declaraciones de altos funcionarios federales, en el sentido de que disminuiría la violencia de las bandas criminales tras la detención del líder de Los Zetas, varias acciones, entre ellas una emboscada, vehículos incendiados, ejecutados y cuerpos calcinados desmentían el optimismo oficial.
En Guerrero, una emboscada perpetrada por sicarios contra un grupo de la Policía Federal (PF), en los límites de la región de la Costa Grande, dejó un saldo de cuatro agentes muertos y cuatro más heridos, quienes fueron trasladados a hospitales del puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán.
El ataque se reportó cerca de las 17:00 horas sobre la autopista Siglo XXI, a tres kilómetros de la caseta de peaje de Feliciano, en las inmediaciones del municipio de La Unión y Lázaro Cárdenas.

