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viernes, agosto 08, 2025

Las crisis de Morena: de la narcopolítica a la incongruencia

Morena no sale de una cuando ya sus miembros metieron al partido, que se define como movimiento, en otra. En las últimas semanas el partido en el poder ha estado en el entredicho popular debido, primero, a las señaladas ligas de un secretario de seguridad de gobierno morenista, nada menos que el de Tabasco, la tierra de origen del líder moral y fundador, Andrés Manuel López Obrador, con el narcotráfico, y no con cualquier cártel, sino con el que ha tenido mayor crecimiento en los últimos 12 años: el de Jalisco Nueva Generación; y después, porque en el periodo vacacional, los líderes del partido decidieron recrearse y relajarse en hoteles de lujo en el extranjero, incluido el hijo mayor del tabasqueño, Andy López Beltrán, en Japón, en hotel de lujo de Tokio con compras de aún mayor exclusividad.

En medio de tales escándalos, aparece otro: el de la diputada conocida como “Dato protegido”, Diana Karina Barreras y su esposo, Sergio Gutiérrez Luna, además presidente morenista de la Cámara de Diputados, quienes fueron exhibidos por el periodista Jorge García Orozco por la vida dispendiosa que llevan, a partir de revelar el altísimo precio de las prendas, el calzado, las joyas y los relojes que la pareja utiliza y ha presumido en sus redes sociales y en el día a día de su vida legislativa.

El punto común en todos los temas escándalos de Morena, en días recientes, es la incongruencia.

El mismo Adán Augusto López Hernández –ahora senador pero que como gobernador de Tabasco tuvo entre sus colaboradores a Hernán Bermúdez, como secretario de seguridad y hoy prófugo de la justicia–, fustigó hasta el cansancio que Felipe Calderón Hinojosa debió estar enterado de los malos pasos en los que andaba su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, hoy preso en la Unión Americana. Sin embargo, en una incongruencia total, esa máxima no le aplica a él. Es decir, Calderón estaba obligado a conocer de las actividades ilícitas de su secretario de Seguridad, pero Adán Augusto no está obligado, ni enterado, de las ligas que con el CJNG tenía su secretario de Seguridad.

Si un tema ha abanderado a los morenistas es la premisa lopezobradorista de vivir en la justa medianía. El expresidente, que predicó con el ejemplo al decir que sólo traía 200 pesos en el bolsillo, que vacacionaba en los pueblos y playas de México, que no hizo viajes al extranjero, que manejaba un carro austero, ahora está observando cómo su hijo se hospeda en hoteles 5 estrellas en Japón; sus aliados Ricardo Monreal, Mario Delgado, Laida Sansores, haciendo lo mismo por Europa, y además que, faltando a su máxima de no tener más de un par de zapatos o no vestir lujos, su vástago compra en Prada, el otro hijo viste de marcas de diseñador y el presidente de la Cámara de diputados y su esposa, poseen atuendos, accesorios y obras de arte por arriba de los cinco millones de pesos. La incongruencia total en la era de los excesos de algunos morenistas.

A este clima se suma el caso del director de Investigación Aduanera, Tonatiuh Márquez, a quien el diario Reforma evidenció en la ostentación de los relojes que utiliza, particularmente uno con precio arriba de los tres millones de pesos, y hace unos días el mismo periódico reveló como el funcionario adquirió por 7.7 millones de pesos un condominio en la exclusiva zona de Polanco cuyo valor real es de 22 millones de pesos. Caso éste, similar al de Luis Torres Torres en Baja California, dado que el cuñado de la gobernadora ha adquirido varias propiedades en Tijuana y la Zona Costa a precios muy por debajo del mercado, como la casa que habita en Puerta de Hierro que, según consta en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, adquirió en 400 mil pesos cuando su valor real alcanza los 22 millones de pesos.

Pero de todo, estas incongruencias en el modo de vida de los morenistas, particularmente de las vacaciones en Europa y Japón, de los excesos en el vestir y los accesorios, quienes han tenido que enfrentar toda la semana, y hasta hoy, a la crítica, no de los adversarios, sino de los ciudadanos que ven en el actuar de los morenistas señalados una falta de congruencia con las máximas lopezobradoristas, son las principales jerarcas del partido en el poder: la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, y la dirigente nacional, Luisa María Alcalde Luján. Aun dando golpes internos con sus retóricas pasivo agresivas, justifican los viajes al extranjero de sus correligionarios, llamando racistas o clasistas a quienes desde la oposición critican la incongruencia, por ejemplo, del hijo del expresidente; al tiempo que la mandataria nacional ha dicho una y otra vez que no critica, pero que sí hace un llamado a vivir en la justa medianía.

Por ejemplo, cuando Andy López Beltrán publicó una carta en su cuenta de Instagram para justificar sus vacaciones en Japón, argumentando que lo hizo con sus recursos, en aerolíneas comerciales y con un pago de siete mil 500 pesos por noche, desayuno incluido, y se victimizó culpando a sus “adversarios” de mandarle espías para que evidenciarlo, la Presidenta Claudia Sheinbaum reiteró en su mañanera, a propósito de la carta del junior: “No voy a entrar a un debate sobre este tema particular. Mi posición la voy a defender siempre porque es mi convicción: es que el poder, cualquiera que se tenga, se debe ejercer con humildad, con sencillez; y a nosotros nos juzga uno sólo que son millones, el pueblo de México”.

Un día después, Luisa María Alcalde, la dirige nacional de Morena, hizo un llamado a su militancia y liderazgos, a vivir “en la justa medianía”, y que “reforcemos la idea de que nuestros dirigentes, aunque tengan los recursos para ponerse ropa muy cara (…) no hacerlo, porque somos dirigentes de un movimiento”.

Prácticamente, tanto la Presidenta de la República como la dirigente de Morena critican a quienes viajan al extranjero y se hospedan en hoteles de lujo, o portan atuendos carísimos (relojes de arriba de los 350 mil pesos en el caso de “Dato protegido” y su esposo, por decir lo menos), y les llaman a no hacerlo, porque la incongruencia entre la presunta ideología del morenismo de vivir en austeridad republicana, y el actuar del partido o movimiento político de izquierda en las últimas semanas, es algo que no pueden justificar ni una ni otra dama.

FUENTE: SEMANARIO ZETA.
AUTOR: ADELA NAVARRO BELLO.

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