La Cámara de Diputados aprobó en lo general el dictamen sobre la nueva Ley de la Guardia Nacional, que contempla el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la vigilancia de las comunicaciones por parte del ejército y la posibilidad de que militares se postulen para cargos de elección popular.
Las reformas eliminan por completo el control civil de la corporación y otorga el manejo total de sus funciones administrativas y operativas al ejército. Además, la Guardia Nacional ahora estará facultada para realizar operaciones encubiertas, utilizar “usuarios simulados”, acceder a datos georreferenciados e intervenir comunicaciones.
Tras la votación, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) denunció la “innegable militarización en un contexto de erosión de la democracia constitucional” que representan las reformas, así como que su aprobación “culmina un largo proceso iniciado en 2019, cuando se traicionó el acuerdo amplio con el que esa corporación se creó como cuerpo civil”.
Recordó que las reformas aprobadas “en ‘fast track’” no se limitan a la regulación de la Guardia Nacional, sino que con ellas el ejército busca que se reforme la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal “para ampliar sus atribuciones en inteligencia”.
“Se deja de lado así el modelo establecido en la Ley de Seguridad Nacional desde 2005. Avanza la militarización”, advirtió el Centro Prodh en sus redes sociales.
El dictamen fue aprobado con 349 votos a favor emitidos por legisladores de Morena, PVEM y PT durante el segundo día del periodo extraordinario de sesiones en la Cámara de Diputados. La iniciativa será enviada al Senado para su discusión por los legisladores.
AUTOR: REDACCIÓN.
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