Alarma que la violencia esté consolidándose a fuerza de asesinar comandantes, secretarios, con balaceras y aterrorizando a la población, también ya en las zonas turísticas de México, como Cancún o Acapulco y ahora Los Cabos, La Paz, Santa Rosalía y Mulegé. Ahora sí que en el México de la corrupción y la impunidad, en el presente gobernado por Morena ya no hay región en paz.
Ulises Omar Cota Montaño fue comandante de la Agencia Estatal de Investigación Criminal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California Sur hasta el 22 de abril de 2025, día en que lo asesinaron.
Al comandante Cota, por cierto, sobrino del exgobernador de BCS y hoy Subsecretario de agricultura y desarrollo rural, Leonel Cota Montaño, los criminales que lo mataron lo siguieron por aire y por tierra. Sobre la camioneta en la que se trasladaba sobrevolaba un dron grabando todos los movimientos del uniformado y los de los verdugos que le perseguían a corta distancia.
El asesinato quedó grabado desde lo alto. El Comandante se desplazaba sin temor alguno y cuando arriba a punto seguro, los asesinos emparejan el vehículo en el cual lo perseguían y le disparan a sangre fría. Lo mataron en el acto.
Una noche antes de que lo acribillaran, el Comandante Cota había sido amenazado al igual que otros elementos de la Agencia de Investigación y también a mandos municipales. Los amedrentaron con mantas que colgaron en distintas partes de Los Cabos y también en Mulegé, les escribieron mensajes adviertiéndoles del atentado en su contra.
Pero tanto la PGJE como otras autoridades como la Guardia Nacional o la Marina que por ser zona costera, patrulla la región, desestimaron las amenazas que el 22 de abril los criminales cumplieron asesinando al Comandante Cota.
Unos diez días antes, Daniel de la Rosa Anaya, quien había sido Procurador de justicia de aquella entidad durante los últimos siete años, había dejado el cargo. Durante el tiempo que estuvo al frente de la Procuraduría, ningún agente o comandante fue lesionado mucho menos asesinado. Pero en un estado donde la inseguridad es creciente y al cártel de Sinaloa ya con presencia de los Chapitos, se suma la irrupta y violentada entrada del ala criminal de los Mayos, el Gobernador morenista de dicha entidad, Víctor Castro Cossio, mantiene el estado sin un titular de la Procuraduría.
Acéfala la procuración de justicia, la abrupta entrada de los Mayos, o la Mayiza, desató el infierno en una de las zonas turísticas más prósperas del país. El viernes 25 de abril, apenas tres días después de asesinar a Cota, criminales aún no identificados incendiaron camiones cerrando vialidades. Las unidades en medio del fuego fueron la señal intimidatoria de la criminalidad organizada hacia las autoridades y la población. Los sudcalifornianos dejaron de salir de noche y las salidas de día también disminuyeron.
El Gobierno de los Estados Unidos emitió una alerta de seguridad para los ciudadanos de aquel país que se encuentren en ese estado, a través de la Embajada y las representaciones consulares en La Paz y los Cabos. En su alerta, conmina a los estadounidenses de visita en la península sudcaliforniana o residentes del área a, “evitar las multitudes y estar atentos a los signos de perturbación. Si se encuentran en un lugar público donde la situación cambia rápidamente, abandonar el área o buscar un refugio seguro. Monitorear medios locales para ver actualizaciones e instrucciones de autoridades. Ser consciente del entorno que los rodea
Notificar a amigos y familiares de su seguridad”.
Además, como todas las alertas de la Unión Americana sobre estados violentos en México, recomiendan no viajar hacia ese punto, en este caso, las costas sudcalifornianas, uno de los principales destinos turísticos de México.
La alerta de los Estados Unidos contrasta con el silencio de las autoridades en México. Ni la Secretaría de seguridad dirigida por Omar García Harfuch, envió tropas para cuidar el destino de playa, ni llegaron más Guardias Nacionales, el patrullaje no ha variado de manera beneficiosa para pobladores y turistas, como sí ha escalado en la violencia producto del cártel de Sinaloa, con la quema de vehículos, y la posterior colocaciones de narcomantas.
Ante la falta de resultados en las investigaciones que se supone debe estar realizando la Procuraduría de Justicia de Baja California Sur, entidad en la que no hay Fiscalía independiente, sino procuraduría como una entidad más del Gabinete de Castro Cosío, quienes empezar a proporcionar información sobre la quema de vehículos y el alza en la violencia, fueron las células del cártel de Sinaloa.
En Los Cabos, un grupo ligado a los Chapitos intentó “limpiar su imagen” culpando a otros de los actos de violenia y terrorismo del viernes 25 de abril, mientras que en el municipio de Mulegé, el ala de la Mayiza intentó lo mismo. En medio, hay un gobierno insensible, falto de compromiso y sin estrategia de combate a la inseguridad, que, a más de 15 días de la renuncia del exprocurador, no ha sido lo responsable que la situación requiere para designar o proponer un nuevo o nueva titular del área.
Tal ingobernabilidad en materia de seguridad en Baja California Sur, y la ausencia de un Gobierno de la República que aplique estrategias de combate y contención de la violencia, mantienen al estado turístico en el terror, con el temor de la población y de los turistas de ser atacados en la vía pública, molestados, o interrumpida su tranquilidad por disturbios provocados por los criminales organizados.
Esta alerta de los Estados Unidos, a diferencia de otras arengas que el Presidente norteamericano lanza contra el desarrollo de la economía en el País, ha sido ignorada por el Gobierno de la República, y los sudcalifornianos, como los sinaloenses, los quintanaroenses, los jalisciencies, los guanajuatenses o los bajacalifornianos, por mencionar algunos, dejados vulnerados ante los cárteles, particularmente uno de los más impunes, el cártel de Sinaloa, que de no ser por autoridades extranjeras, seguiría teniendo al capo de capos al frente, pero que hoy atraviesa su propio proceso judicial en país ajeno, donde enfrentará a la justicia que en México se le ha negado de manera sistemática a las víctimas de la inseguridad y la violencia del narcotráfico.
Alarma que la violencia esté consolidándose a fuerza de asesinar comandantes, secretarios, con balaceras y aterrorizando a la población, también ya en las zonas turísticas de México, como Cancún o Acapulco y ahora Los Cabos, La Paz, Santa Rosalía y Mulegé. Ahora sí que en el México de la corrupción y la impunidad, en el presente gobernado por Morena ya no hay región en paz.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: ADELA NAVARRO BELLO.
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